Kristen
¿De qué me sirve aguantar lo que estoy pasando? ¿De qué me sirve? ¿Me sirve para algo? Entonces, ¿de qué me valen las lágrimas que derramé? ¿Simples gotas que un día recordaré? ¡Ojalá pudiese detener el tiempo y no volver a despertar! ¡Ojalá pudiese seguir con este enfado una vez más! Parece que el viento me roba el aliento, me parte en dos, palabras de desconcierto. Me vuelvo pequeña, tan frágil como una hoja, que solo por la lluvia de mis lloros se moja. Estoy cansada de ser esa sonrisa en mi cara, estúpida, odiosa y rara. Me siento en el rincón de siempre,
junto a la puerta del subconsciente; me acuerdo de momentos y recobro la consciencia, la única parte pura de la indecencia. Bajo las escaleras, avanzo en la calle, paso tras paso hasta que me desmaye. Descubro el cansancio, sentimiento que supe que tenía, y lo ignoraba inocente por una vida mía. El silencio me calma la voz de la rebeldía, sabiendo sinceramente que de eso a veces carecía, quería ser altiva, inflexible y bastante fría, diciendo que del llanto mi risa se reiría.
Kristen así la llamarían, triste boca que algún día se callaría. Vocablos en mitad de la mente despierta, promesas que se rompían con una mentira abierta. Kristen está loca, no sabe lo que dice, ¿a quién narices le importa? ¿A caso lo hice? Ella se queda apartada, prefiere mirar al cielo sin ver nada. Ya no se siente injusta,
a lo mejor, eso es lo que ella no busca. Llora, ríe y finge la felicidad se nota aturdida sin saber ¡qué ironía más grande acaba de pronunciar! Loca, absurda y queriendo renunciar, a veces, ella confesó haber querido acabar, sufrimiento y locura fueron juntos, el amor, jamás. Algunos dicen que si Kristen de verdad quisiera, podría rebatir a cualquiera, pero su carácter de ingenuidad constante, no la lleva a ninguna otra parte. Sus ojos son sinceros, oscuros, podríamos llamarles, ojalá ella pudiese perderse en ellos y no encontrarse. Desvanece en un segundo que olvidaste, camuflando secretos fugaces. En su cabeza suena la música de tiempos pasados, se susurra al oído con silencio sopesado; rememora una historia que ya ha escuchado, trata de una niña y de su querida alma de rostro cansado. Kristen lo conmemora en su cabeza y siente esa misteriosa dependencia con certeza, que la come por dentro como un parásito, que la come por dentro con éxito. Ella se siente agotada, triste... Desolada... El odio es un amor retorcido
que parece a veces haberla querido. ¿De qué le sirve aguantar todo lo que está pasando? ¿De qué le sirve? ¿Le sirve de algo? Kristen está ciega, ¡no puede ver! A veces, la gente no ve lo que no quiere ver. Puede que existan miles de perspectivas, tantas como personas en esta vida. Puede que ella, sin embargo, no se equivoque, solo pretenda darle otro tipo de enfoque, no que no la aterre y la asuste, uno que, a lo mejor, es solo un embuste. Kristen deja correr los ríos,
a veces, helados por el continuo frío. Está solo un "poco" cansada, quizás, solo algo anestesiada, por esa constante y odiosa oración, "Sabes que te amo? Lo sabes no?" Ella sabe que es únicamente una foto, un billete al lado de un roto, se siente vacía, ¡¿Pero es que aún no lo sabías?! Quería ser altiva, inflexible y bastante fría
diciendo que del llanto, su risa se reiría... ¿De qué le sirve aguantar lo que está pasando? ¡¿De qué le sirve?! ¿Le sirve para algo?
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Elades
Me siento en el rincón de siempre,
junto a la puerta del subconsciente...
Me gusta, además le he dado el fondo amarillo de tu foto al texto, no lo he podido evitar, sobre todo y aunque resulte algo raro a los ojos de Krisen
18/04/10 03:04
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1000kisses
Gracias por comentar :)
18/04/10 05:04
