TusTextos

Motel


Tras más de 12 solitarias horas en coche, atravesando 3 provincias; llegué al motel casi a medianoche.

Siempre había tenido fijación con aquella historia, aquel caso que conmocionó a toda la sociedad y del que esta noche se cumplían 20 años. El secuestro, violación y descuartizamiento de 3 adolescentes cuando se dirigían a una fiesta en una noche de invierno.

Siempre me fascinó aquella historia. Cuando pasó yo era demasiado joven como para prestarle atención, y apenas comprendí lo que en realidad había ocurrido. Fue con el paso del tiempo, y el hecho de que los medios siempre lo recordaban en cada aniversario, lo que me llevó a leer con detalle toda la información disponible, hasta el punto de estudiar minuciosamente cada noticia, mirar durante horas las fotografía que aparecían en la prensa y, finalmente, encontrar en Internet multitud de webs, foros y blogs que aún trataban el tema, aportando todavía, tantos años después, nuevas teorías, pruebas y fotografías.

Lo que más me fascinaba de todo era como uno de los presuntos autores del crimen había desaparecido, como si se lo hubiese tragado la tierra. Un hombre había sido detenido meses más tarde del suceso y actualmente se encontraba cumpliendo una larga condena; pero había alguien más con él. El presunto cerebro del crimen, quién le decía a su compañero a cada momento lo que debía hacer: A cuál de las chicas golpear, a quién violar antes o la forma en que debían ser descuartizadas...

Fascinante.

Aún no teniendo conocimientos de psicología, es evidente que lo que siento sobre este caso es una profunda obsesión. No encuentro otra forma de explicar por qué estoy aquí, en el motel donde ocurrió todo, en la misma habitación, la noche en la que se cumplen 20 años del crimen.

Con las fotografías de aquella habitación que se habían publicado en infinidad de medios grabadas a fuego en mi cabeza, durante un buen rato me dediqué a situar mentalmente los cuerpos de aquellas jóvenes y a imaginarme las paredes salpicadas de sangre. Qué excitación. Estar ahí esa noche estaba siendo una de las mejores experiencias de mi vida.

Después me senté en una de las camas y me dediqué a releer todas las noticias, artículos de investigación y recortes de prensa que tenía sobre el caso y que había metido en una carpeta. No me lo podía creer...¡¡Estaba allí!! Aquella habitación de motel sobre la que tantas historias había leído...¡¡Estaba allí!!.

Al rato, decidí tumbarme y seguir disfrutando de ese lugar de peregrinación en que el sórdido motel se había convertido. Y me quedé dormido.

No se cuánto tiempo habría pasado, pero cuando me desperté aún era de noche. Estaba cansado del viaje y de las emociones, así que me costó ser consciente de lo que estaba ocurriendo.

Miré la puerta. Estaba abierta de par en par y la luna iluminaba la habitación con tonos azulados. Entonces empecé a sentir dolor en mis muñecas y pies, que estaban atados con gruesas cuerdas. Inmediatamente, unos pasos se acercaron en la sombra y una voz me dijo al oído:

“Llevo 20 años fingiendo, 20 años soportando en la conciencia un peso que no hace más que crecer, 20 años de remordimientos y de tortura. Hoy decidí volver a este lugar en busca de alivio. Ver esta habitación limpia y sin rastro de lo que ocurrió me ayudaría a olvidar, me ayudaría a que también mi alma y mi conciencia se limpien.

Ahora tú me has visto, me has reconocido y no puedo cometer el error de dejarte con vida. Quizás lo entiendas, quizás no...pero tiene que ser así”.

Y mis últimas palabras fueron: “Adelante, majestad”.







Aadelh13 de septiembre de 2012

2 Comentarios

  • Nemo

    La historia se presenta bien. Las cosas extrañas que nos pueden obsesionar y que la vida gire alrededor de eso.
    ... continúa?
    Saludos!

    13/09/12 03:09

  • Aadelh

    En realidad eso es todo, es solo un pequeño relato. Muchas gracias por leerme!

    13/09/12 04:09

Más de Aadelh

Chat