Fragancia
Despierto con el primer destello de luz; el sol acaricia mis mejillas. No reconozco el tiempo, el lugar no importa; donde quiera que este jamás será mi hogar.
Trato de no despertarla pero sus brazos me han tomado fuertemente como si supiera mis intenciones de escapar apenas salga el sol; me siento tan vació, no sé que hay dentro de mí. Siento un vació, algo que la noche me regaló y esta mañana me ha arrebatado: ignoro su nombre, ignoro su proceder. Mujer de buen parecer, su faz es casi angelical; sus muslos atados a mí con ferviente pasión, su cuerpo fundido a mí.
Su voz trasciende la obscuridad cubriendo mis alas con la miel que brota de sus labios; regálame el elixir de la perdición, póstrate sobre mi pecho, provoca el miedo dentro de mí.
Tus ojos se abren a la par de mis labios cruzando la ansiedad, excitantes notas salen de tus labios, siento tu fuego fundir cada parte de mí; eres un segundo de mi vida que se ira y jamás volverá. La noche fue nuestra y esta mañana la dedicaremos simplemente a recordar.
De tu proceder destacan mil dudas, de tu belleza solo una; el frió de la ciudad no parece afectar, el sonido de la urbe no parece importar, eres parte de mi ser, en este momento eres mi fuego, mi sol, mi único amor
De tu piel comienza a brotar gotas de miel carmesí, tu aliento es como fuego, hierve mi sangre, se funde mi corazón, réquiem, verso sin concluir, voz de Dios clamando dolor.
Conviértete en una bestia que no pueda dominar, sacia mi sed con tus lágrimas, prueba mis pesadillas; miénteme al decir que sientes por mí.
Conviértete en mi sueño, descubre en mi cada uno de tus anhelos, miénteme del lugar, pinta mariposas en el cristal, dibuja las flores de un bello jardín bajo tus pies.
Tus dedos han dejado cicatriz, tus uñas rasgaron cada parte de mi; desnúdame hasta que puedas ver mis sueños, desnúdame hasta ver mi alma. El viento canta para ti. Se escapa mi virginidad entre las notas de la ciudad, destellos de miel. Mis manos manchadas están pero no puedo ver más allá; amo tanto mentir, imaginar que eres parte de mi.
Hoy tu piel es canela, mañana será blanca, hoy me encierras entre la obscuridad, mañana vendrás vestida de sol; jamás importara, eres la parodia de un viejo amor, una virtud que se esfumó.
En la niebla de la soledad, en la bruma de la discapacidad mi corazón parapléjico no puede andar. El silencio se hace mas desesperante, la noche es cada vez más espesa y aun busco tu voz entre la humanidad sabiendo que no formas parte ya de lo que llamamos natural.
Susurrando una oración;
Mis dedos tras tu majestuosidad, espero en silencio el verme dentro de ti; estas a mi merced, hoy me perteneces, eres parte de mi. El corazón pide perdón; sangre corre por tu cuello, tus ojos dejan de brillar. No alejes tu mirada jamás de mi. Eres el color de mi falsedad, misterio de mi mente que tengo miedo de descifrar, y tras tus pestañas ese temor que no puedes ocultar. Notas de placer que cambian su tono cada vez más; la desesperación es latente, la vida se escapa sobre mi
De tus labios fríos no queda una gota de paz, de tus manos la tibieza se ha escapado, el brillo de tu mirada se ha ido tras la mañana. Demora mis pesares con la dulzura de tu aliento, regálame hasta el último beso. La voluntad se marchito, como mentira tras descubierta la verdad, esa belleza embriagante se reduce a una ilusión, de esa magia solo queda el sentimiento, de ese momento solo el perfume de tu cuerpo; piel traslucida que deja al descubierto tu verdadera naturaleza. Todo lo que dije se desvanece tras el velo de la cordura, regreso a mi ser, regreso del transe de la desesperación. Enciendo las luces de mi corazón, y no eres tú, no eres mi ángel, el que mis alas ha arrebatado y de mis sueños colgó bajo la ventana. Cada sentimiento descubierto, cada deseo expuesto; el mundo sonríe hasta parecer aborrecible; de ti la cicatriz de un amor, la costra que se abre y atormenta mis noches.
