Tu.
Luz blanca se filtra por la ventana; el mundo gira sin sentido y solo la sensación de vacío inunda mi ser. El tiempo es solo una magnitud imperceptible, sin concepción alguna de deseo; no tengo intención de detenerme si es que estoy avanzando ni siquiera de moverme si es que me estoy ahogando.
El mundo deambula por notas de agonía y solo escucho un dulce murmullo en mis oídos. La noche es clara; luna como sol plateado, radiante, eterno.
Ilumina mi obscuridad, muéstrame la vida tal cual es, con sus dolores y sus amores, con sus mentiras y sus verdades; muéstrame el alma decadente del mundo y como aun aguarda una sonrisa tras su famélica imagen. Quiero ver el brillo de tus ojos, la paz y amor que aguardas aun en tiempos de guerra; quiero sentir el deseo interminable de estrecharte ante el inminente invierno; quiero ahogarme entre hojas doradas y arrullarme con los silbidos del viento.
Conoceré algún día todo esto y aquello, todo lo que mi mente no puede soñar. Tal vez para ello la muerte sea un paso necesario, no importa; no importa que tan lejos vayas, que tan lejos te aguardes, no importa que tan difícil sea, lo importante es que nunca dejare de perseguirte.