TusTextos

El Hombre Dios

Después de veintisiete años de culto esotérico, milagros y revoluciones encadenadas, le tenían rodeado. Tanta santificación de su personalidad, tanta mistificación de sus hazañas contrastaba hasta la incomodidad con la humanísima miseria que adornaba la pared exterior de su departamento. Había aquí una especie de divinidad que, derramando palabras sensatas en papel, escribiendo consignas, y cargando sobre sus hombros anónimos el peso violento de los nombres más magníficos, tiró imperios, rompió prejuicios y aplastó tiranos.

Por el crímen de ser el único que hizo las cosas bien, y por la equivocación de confiar en otro que le adoraba, le tenían rodeado. Los dos soldados que pudieron sobreponerse al terror de violar el portal de su recinto, cruzaron el pasillo ante la vista pasmada de sus compañeros tremulantes. Un momento se perdieron y no tardaron en volver, cagados de miedo: Nos hemos de haber equivocado, Dios está en otra parte porque aquí no hay más que un viejecillo ahorcado.
Abrahamsaucedocepeda03 de febrero de 2009

1 Comentarios

Más de Abrahamsaucedocepeda

Chat