Este texto lo encontré en un viejo diario que escribí hace unos años, ya no pienso igual que en ese tiempo, pero es bueno recordar porque caminos hemos andado y así nos damos cuenta que hemos madurado ...
El amor murió para mi y con él todos mis viejos amores. Se que quedan cenizas de ese amor imaginario que tuvimos, un sueño que hizo una parte de mi contigo. Esas cenizas siguen calientes, están quemando mi ser, el cual aún trata de curar algunas heridas.
No fuiste ese amor fugaz del cual espere no enamorarme, pero con ese dolor comprendo la situación en la que me dejaste, estuvimos en un mundo sin realidad, en un mundo donde no podía apoyar mis pies y saber con que estaba jugando, en el cual todo se basaba en ti... pero nada en mi. Ese mundo al cual permití que entraras, para hacerme compañía y dejar de girar en un egocentrismo. Pero como no siempre las cosas salen como se esperan... tu entraste a dañar ese mundo inocente desde su parte más intima y que ahora lo único que hace es fallecer y cerrar cada pétalo para que nadie pueda ver su interior, pero que aun sigue sensible y frágil a una pequeña brisa de ilusión.
Fue un simple hecho el que hizo que mi alma se empeñara por conquistarte para que no hicieras daño, si no que por el contrario hicieras de ese mundo un lugar mejor... Pero mi alma descubrió que contigo no había un camino de esperanza, que era imposible alcanzar ese sueño que ardía fervientemente dentro de mi....
Ese día mi alma y todo mi ser decidieron dejar morir la última gota de amor que quedaba dentro de nosotros. Y empece a pensar ...¿Porqué no simplemente nos limitamos a una muerte sentimental? Para no sufrir por un amor no correspondido, que solo nos da ilusiones pero no nos da razones... ¿Porqué no nos rendimos? Y ya dejamos ese cuento del amor a los poetas. Deberíamos dejar de pensar en buscar un amor... así no morimos de la desilusión, de la desesperanza ni llevamos un vacío al espíritu... En este día morí y con el toda la esperanza que quedaba en mi.
