Aquellos de Cartón
Nacemos, nos relacionamos, nos reproducimos(o no) y morimos. Por ello somos seres humanos. Nos relacionamos, eso es, relacionarse, eso incluye amigos, y de esa palabra tan manchada y mal empleada voy a hablar.
Me ofende que la amistad sea una palabra vacía en ocasiones, debemos ser más coherentes, profundizar en su significado y en su origen y comprenderemos un poquito mejor en que consiste.
Bien, según la RAE la amistad es: Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato. Analicémoslo:
Afecto, es decir, cariño, sentir aprecio hacia esa persona, interesarte por ella y sus preocupaciones.
Puro y desinteresado. La clave, puro, así, sin más. Desinteresado, aquí es donde se caen la mayoría de los ``amigos´´, esto es un vínculo personal, no un contrato, ni un trueque de favores.
Nace. Emerge por alguna razón, no por una petición de amistad o por una copa a medias.
Se fortalece con el trato. El tiempo pone a cada uno en su lugar, y esto es reflejo de ello, una amistad debe fortalecerse y no dando más fuerte la mano ( algunos debería lavársela) sino con un presente que prometa un futuro superior a dos palmaditas en la espalda.
Debemos impulsar éste significado, aplicarlo al día a día. Hay matices importantes entre colegas, conocidos y amigos.
Los verdaderos amigos, son como los tréboles de cuatro hojas, existen, pero los encuentras entre esa multitud de tres hojas.
Tengo 18 años y me queda una vida por delante, sin embargo, eso no me impide saber quien me acompaña hasta el final del camino, quien se cae antes de empezar y quien se da la vuelta cuando vislumbra una tormenta en el horizonte.
Un amigo sonríe contigo y llora contigo. Es sincero y no un parásito hipócrita.
Por favor, a todos aquellos de cartón ruego que se aparten y guarden sus abrazos intrascendentes en los mismos bolsillos en los que esconden sus tremendos complejos de no sentirse amigos de nadie y enemigos de si mismos.
