Cuánto Apostar, Cuándo
Arriesgar
Se me acaban los números a los que apostar, las fechas que recordar, las promesas que romper, los espejos a los que preguntar. Es ley de vida elegir, decidir si dar un paso hacia delante o quedarse en la indiferencia. Y ahora sé cuántos llantos conocí, pero ignoro cuántas sonrisas esbozará mi boca, sedienta de ilusiones, se quedó reseca entre tanto engaño, a base de tanta flecha fallida. Sé lo que viví, pero no cuánto me queda por sentir, cuánto apostar al futuro. Y mirar en el fondo de un vaso en busca de un reflejo que te diga lo que dejaste de ser, pero sólo quedan penas que se ahogaron
y cuando las tormentas son crónicas, y la lluvia no moja sino quema, es cuando anhelas el sol, y cuando por fin éste se vislumbra en el horizonte de la incertidumbre, te preguntas si será su brillo capaz de quedarse el tiempo suficiente. Puede que el que llevo aquí encerrado, lleve un invierno frío, ha estado en cuarentena rechazando sentimientos y ofreciendo taquicardias a las ilusiones, es perezoso a latir a la primavera, consciente de que los abrigos un día no cubrirán lo suficiente, y que la calma se perderá y volverá a perder la cuenta de las veces que vibrará por cada beso. Da miedo sufrir, da rabia llevar una armadura oxidada, no es cómodo, no deja mostrar emociones por miedo a que estas se pierden entre laberintos de rosas. Pero si algún día, los besos se alejan del mero placer y buscan mariposas en mi estómago, tendré que quitarme el casco y mostrar esas pupilas tímidas, maltratadas por imágenes difuminadas, por gritos que un día fueron susurros
uno no sabe cuándo puede volver a decir te quiero sin que a la cabeza le suena a tabú, sin sentirse idiota, sin temor a ahogarse sin llevar salvavidas, porque todos sabemos que esto a lo que se dedica ese angelito pícaro, te da la vida y te la quita, sin escrúpulos, pero, cuántas veces se puede volver a amar, es una incógnita, mientras quede espacio suficiente en las venas para inyectar esta droga, mientras tanto se puede
más, no lo llamaré miedo, lo llamaré recuerdos
si apartas la cara cuando te levantan la mano, es que alguna vez te golpeó , si alguna vez el corazón se estremece al sentir, es porque un día le engañaron
llegados a éste punto habrá que preguntarse: cuánto apostar, cuándo arriesgar.
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Martinamanuello
hermoso!!!! esta muuuuy lindo, muy profundo, con ganas de leer mas!!! :D besos.. atte: martu!
07/10/12 03:10
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Adrielegance
Muchas gracias, me alegro de que te guste. Besos :)
07/10/12 11:10
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Albuchi
Me ha encantado! lo he leido como unas 3 veces.. ojala yo pudiera expresarme tan bien como tú, me siento muy identificada con lo que escribes. Mucha razón en lo de que no es cómodo llevar una armadura oxidada. Un saludo
08/10/12 12:10
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Adrielegance
Muchas gracias. Puedes, es dejarse llevar . Me alegro de que te guste. Un saludo :)
08/10/12 04:10
