Ese Agujero En El que Vivimos
Todos ensalzamos el bien y sin embargo nos envuelve el mal.
Todos defendemos la verdad y desprendemos hipocresía.
Todos vamos de moralistas y humanitarios y en el fondo todos nos componemos de la misma porquería
Es tan pesada de llevar esta imperfección, somos humanos, ello nos permite razonar y esto último conlleva equivocarse.
Por mucho que duela asumirlo, todo se basa es una búsqueda del beneficio propio y si es llevándose dignidades en la suela de los zapatos, mejor.
Yo mismo soy culpable de todo lo nombrado, seamos honestos ¿Quién no ha hecho daño alguna vez? ¿Quién queda lejos de una mentira?
No se trata de criticar, ni de cambiar, ya que esto significaría una utopía
se trata de asumir, sí, somos capaces de todo, pero también de nada. Nuestro mayor defecto, es que destruimos todo aquello que nos beneficia
como un niño rompe su juguete involuntariamente. Nos creemos fuertes y somos débiles, pensamos que somos reyes y carecemos de la humildad del plebeyo
Dentro de todo este saco, encontramos la amistad, el amor, la bondad y otras virtudes que nos son propias, aciertos, pero en dosis pequeñas, como las pepitas de oro entre la corriente
Somos extraordinarios, siglo tras siglo el progreso es brutal, medicina, tecnología
pero ¿y en calidad humana? En ese aspecto ¿mostramos evolución o involución?
Todo quede dicho, sé que a mis dieciocho años, me queda una vida entera por delante y bofetadas varias, pero eso no es incompatible con percatarme de este agujero en el que vivimos, no pretendo derramar pesimismo, me considero una persona optimista, amo la vida y todo lo bueno que alberga, pero igual que disfrutamos sus regalos, debemos asumir nuestros errores. Somos humanos, y ello nos hace culpables.
El primer paso que debe dar el enfermo, es asumir su enfermedad
