¡ Muy buenas noches mi querida !
Te visito esta noche,
como lo hago en tantas otras
solo para verte dormir, toda de blanco,
con tus cabellos dorados reposando en la almohada
y con esos ojitos que todo iluminan a esta hora ya cerrados.
Reposas tranquila, pienso ¿con que estarás soñando?
Mariposas y unicornios o tal vez
son sueños tan freudianos como un cuadro de Dalí.
Me acuesto a tu lado en silencio
no es mi intención perturbar tus sueños
solo contemplo tu hermosa figura mientras beso suavemente tu mejilla.
Te veo un poco más de cerca, tus ojitos siguen maquillados recuerdo que antes me decías que dormirse maquillada era tan malo.
Yo entiendo muy bien mi amor, el trabajo, los problemas, hay tanto en que pensar. Que tonta soy, me preocupo por detalles.
Beso tus labios tan tibios y pienso
en el tiempo que siempre ha sido nuestro peor enemigo,
busco la hora en el reloj
que inexplicablemente esta noche por alguna razón se detuvo.
No importa sé muy bien que es hora de dejarte
vuelvo a besar tus labios, tus mejillas
y trato de secar mis lágrimas en tus cabellos.
Me voy ya, es lo mejor, sino voy a mojarte toda.
Estas visitas son así,
siempre acabo llorando sobre ti,
Aun así se que te levantarás fresca por la mañana,
con bastante humedad eso sí,
nunca puedo evitar llorar.
Descansa mi amor que ya se acerca la mañana
y nunca estamos de mañanas los ángeles nocturnos
bañados en lágrimas.
