Ando por las calles hasta parar a una plaza vacía, como la soledad. Noto vibrar mi corazón al notar que soy observada por ti. De repente apareces y te acercas lentamente, yo sin poder evitarlo ando hacia ti mientras la lluvia rodea mi cuerpo mojándome. Noto el frío del aire, como el tiempo se para tras cada suspiro que invente. Llegamos donde nos miramos cara a cara, me atrevo a posar mi cabeza en tu pecho, mientras tú me rodeas con tus brazos, fuerte. Inclinas tu cabeza hacia la mía pudiendo notar tu respirar en mi, y de repente surgiendo de la nada aparece una niebla queriendo atraparnos, cerrándose hasta que solo quedamos tu y yo... Entonces es cuando me doy cuenta de que tu mirada no es la misma, que ha cambiado. Das un paso atrás en esa niebla, y te alejas, porque ese es tu sitio y no el mio. Y aunque intente andar hacia a ti intentando sujetarte, tu respuesta es negar con la cabeza porque sabemos que eso es imposible. Entonces lo único que me queda es observar como desvaneces poco a poco mientras memorizo cada detalle de ti. Pero eso da igual ¿verdad? porque pronto tu imagen desaparece. Y es ahí cuando me siento y quedo completamente sola en la penumbra, y mientras ignoro lo que otros piensen de mi, inclino la cabeza entre mis piernas y lloro en susurros, suavemente.

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5 Comentarios

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  Gerardo

  pero.. por qué se fue? por qué se ha marchado? la ha dejado sola y desconsolada, abrazada por la soledad y el frío, las gotas siguen cayendo y besan sus mejillas, se mezclan con sus lágrimas y bajan hasta perecer en sus atuendos, perecen y la dejan sola otra vez. por qué está tan sola? un hombre puede estar solo, estaba solo desde el principio. Pero ella no debe estar sola, nació para estar acompañada. hombre insensible, lágrimas traidoras, lluvia despreocupada.. y ella tan sola :(

  29/03/12 01:03

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  Albi

  bua preciosooo! =)

  29/03/12 08:03

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  Gerardo

  :)
  
  me encantó tu relato!

  29/03/12 10:03

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  Davidlg

  Así como lo cuentas me parece que desde antes que llegarás a esa plaza ya sabías lo que iba a pasar; ¿cierto? El ya no estaba más allí, si acaso su cuerpo o su recuerdo. Gerardo tiene razón, no deberías estar sola, pero: ¿quién deseas que venga a acompañarte?, los muertos no regresan y parece que de alguna manera él ya había partido lejos; en pensamiento. Lo que sintió por ti ya había fenecido. Ahora, como lo dices estas sola, bajo la lluvia; sin embargo, en algún momento tiene que dejar de llover y las lágrimas de tus ojos se detendrán; entonces: ¿A donde quieres ir? ¿Me pregunto si cerca de esa plaza existe un lugar desde el cual se pueda mirar salir el sol?
  
  Muy buen texto! saludos!

  02/04/12 10:04

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  Albi

  buaaa con esos finales.. quedaria un texto precioso! gracias! =)

  03/04/12 03:04