Al dia las situaciones partieron como si fuese de noche .el perro seguia observando todo , como si estuviese obligado a hacerlo, aquel hombre no volvio a moverse. Parecia que la muerte se lo hubiese pedido. Y yo no pude dejar de interpretar las cosas que se ponian ante mis ojos, ante los de todos; todos los que puedo ver, todos los que son partes de las cosas. Ellos, las cosas interpretantes.

Me pidieron no me apoye contra la ventana, ya que mis cabellos engrasaban los vidrios, y siempre tenían que limpiarlos cuando me iba, el cafe es tan bueno que preferi hacerles caso y comenzar a reposar sobre mis brazos que siempre estan apoyados en la mesa, incluso mis propias manos resultaron ser confortables.

quizás no fue el cafe , quizas me convenció la amabilidad y la belleza de Alejandra , Debe ser que tanto atender gente la hizo experta en gustar, hasta donde me acuerdo me enseñaron que y si lo pienso lo que gusta, convence, aunque tambien me gusta el cafe me pregunto si no me gusta mas esta langida mujer, en realidad me cuestiono si no me gusta su manera de comportarse, y a su vez me aflige pensar que no es mas que su trabajo.

Tuve un sentimiento extraño, en ese momento no le di importancia y deje que fluctue junto el resto de las cosas que pasaban, o que no pasaban, el perro seguia mirando y hombre tampoco volvió a moverse.

Después de un rato me harte de mi propio estatismo, tome al perro por su correa y cambie su realidad de observador , senti que ahora me tocaba hacer acontecer y patee suavemente al hombre mientras me iba, solo para que se mueva.

despues de gritarme volvia a su quietud, pero era tarde, habia cumplido mi mision.

Me gustaria tener a quien preguntarle, el aire no responde y solo eso me rodea en esta rotonda peatonal , ya en la bajada, camino a casa, me cruce unos niños comiendo helado en la plaza.

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