Conforme vamos creciendo la vida no parece lo que solía ser cuando tenia 4 años, el mundo ya no se ve tan brillante y vivir el presente se vuelve cada vez mas difícil. Una sonrisa se escapa de mi boca rara vez y la satisfacción de despertar por las mañanas y estar viva no es suficiente; ser feliz resulta una tarea imposible.
Derecha, izquierda, izquierda, derecha, el camino que decida tomar nunca es el correcto. Un vacío sin fin se apodera de mi cuerpo y alma más rápido de lo que jamás logre imaginar. Me auto diagnostique con el síndrome de Peter pan, y no el típico con el que imaginas que eres niño y nunca creces sin tomar responsabilidades si no más bien en el que cosas tan sencillas como sentir la arena entre tus pies, escuchar el sonido de las olas, mojarte bajo la lluvia son lo suficientemente grandes para llenar ese vacío que estoy sintiendo. Mi vida entera daría por tener motivos al despertar la mañana siguiente, por sentir un poco de pertenencia hacia un lugar, el sentir amor de otro ser, el sentir que vale la pena seguir viviendo.
Me siento en transe, vivo superando cada día, peleando por mantener esa pequeña chispa que amenaza con apagarse cada noche. Fumo cigarrillos suicidándome de manera gradual. No se que es lo que quiero. No se que esperar en esta vida. No se si esta es mi vida.
