El Semáforo de la Esquina
Afo, el semáforo de la esquina,
cansado de la rutina,
abandonó su lugar de trabajo
para pasear y jugar con su brillante amigo el farol.
Afo, el semáforo de la esquina,
cansado de la rutina,
decidió tomarse un descanso
y viajar a una ciudad imaginaria
a visitar y a saludar a su novia la luminaria.
Afo, el semáforo de la esquina,
sueña con las estrellas,
y de ellas,
espera una señal
para que lo inviten a dirigir
el tránsito espacial.
Afo, el semáforo de la esquina,
cansado de la rutina,
se quitó su pesado traje de acero
y nadie supo que fue de su paradero.
¡Rojo, verde y amarillo!
He resuelto el misterio y no ha sido sencillo!
El semaforo Afo habita
en un lejano y misterioso castillo.
¡Rojo, amarillo y verde!
Y allí, donde el arco iris se pierde,
todas las tardes una siesta se duerme.
¡Amarillo, verde y rojo!
Amiguito, contigo me enojo
y me sentiré decepcionado
si divulgas lo que te he contado.
Afo, el semáforo de la esquina,
cansado de la rutina,
abandonó su lugar de trabajo,
que tanto estrés le trajo,
y dicen que no regresará jamás.
