TusTextos

Reciamente

Cuando el signo tuvo miedo

se arrinconó en el desván y luego

las estrellas relumbraron tan reciamente

que hubo hombres que se sintieron

nada o poco más que nada.

Mientras el viento batía sus alas

se creó en el fondo del océano

un hilo luminoso de sol y sal,

siete ademanes de sirena demente

y dos puñetazos de coral.


Mientras tanto,

los ojos de Iris cataban

mis sudores, el hijo póstumo

del Sr. Minutero lanzó negrura

de noche sin murciélagos,

y los días que años atrás fueron

enajenación de niño con látigo

acabaron siendo días aderezados

por los hondos versos.
Alexandervortice02 de octubre de 2011

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