Todo me dice que estoy a punto de tomar una decision equivocada, pero los errores son una manera de reaccionar
¿que es lo que el mundo quiere de mi?
¿que no corra riesgos?
Ya reaccioné equivocadamente cuando tenía 11 años y un niño me pidió un lapiz prestado; desde entonces, entendí que a veces no hay una segunda oportunidad, que es mejor aceptar los regalos que el mundo nos ofrece.
Pero claro, es arriesgado.
Si tengo que ser fiel a alguien o a algo, en primer lugar tengo que ser fiel a mi misma. La poca experiencia de vida que tengo me ha enseñado que nadie es dueño de nadie, todo es una ilusión. Aquel que ya perdió algo que daba por hecho al final aprende que nada le pertenece.
Y si nada me pertenece, tampoco tengo que perder tiempo cuidando cosas que no son mías, mejor vivir al borde como si hoy fuese el primer, o último día de mi vida.
