Árido sentir
desolados días
vaga tu recuerdo
y entristece mi vida
Partiste una tarde
y
una carta encontré
entre los libros
que dejaste guardados
¿Me ves desde algún lugar?
¿Ves como tiemblan mis manos?
Mi corazón palpita acelerado
Mi ser tembloroso todo
Mis lágrimas no dejan
ver las letras que
tus dedos han dibujado
cuando en mi has pensando
Querido mío
¿Será que mi amor te guiara hasta donde alguna vez guarde esta carta? ¿Será que si? Imagino tus ojos humedecidos y el palpitar de tu ser envuelto en tristezas. Sabes que no quisiera verte triste, aunque me sabe inevitable, seré yo quien parta primero y me he sumido en un profunda pena al darme cuenta que mi reloj vital pronto de detendría, acostumbrado a mis cuidados, mi existencia se baso en darte todo de mi vida
se que te sientes solo
lo sé y no creas que aun sin partir, se me desarma el corazón por el desconsuelo que seguro llevas.
A nuestra edad el tiempo se vuelve lento
más en mi ausencia seguramente eterno se hará tu día
Aquí junto con esta carta te dejo mi pañuelo, bordado a mano con tu nombre y el mío huele a jazmines ¿recuerdas? ¿Recuerdas cuando me diste el primer beso? Llevabas contigo un jazmín que parecía hechizado porque desde ese día nunca más quise separarme de ti. Me he pintado los labios y deje sellado un beso, no será tanto como los que te doy mientras te veo dormido
quiero que me perdones
que me perdones el silencio
solo quise que no sufras de antemano mi partida. Es así la vida mi querido amor, signo vital de mi existencia completa
El corazón se desarma
ante cada letra
desmembrado el dolor
esparcido por su cuerpo
solo le resta resignado
vivir de su recuerdo
O quizás tal vez
encontrarla en sus sueños
Solo lo consuela esperar que ella venga a buscarlo
para ir por fin a su encuentro