Uno
En realidad siento que algo no va bien,
Pero va, y tal vez eso sea lo que importe
Las ganas de desistir de sueños que se entremezclan con la realidad son latentes
Y no querer querer por querer sino porque en verdad lo quiero
Tal vez sea lo que importe.
Y sacrificar tantas palabras que no sirven para cambiar pero sirven para sentir
Regresar a mi casa con el único fin de recostarme,
De ser indiferente a la noche
De no tratar de dar nombre a las estrellas
De pensar que siempre brillarán por el simple hecho de que estarán siempre ahí,
Pero sin nombres, sin mí, sin alguien que las pueda ver.
No sirve de algo la melancolía de ponerse melancólico,
No sirve porque ahora mis ganas se traspasan a hechos más allá de lo trivial,
Aunque esto no es trivial, pero no son hechos, así de simple.
Y que más da si un ser egoísta se cobija en su propio egoísmo,
No le pidas un beso a aquel que no tiene labios,
No le pidas un deseo al genio que se quedó sin magia
Porque no supo como utilizarla.
Puede pasar el tiempo,
Puede pasar de extremo a extremo del abecedario y no pasar de nada.
Puede ilusionarse aquel ser egoísta con ser más que uno.
Y el amor en sí es egoísta,
Que no me culpe el silencio de tus labios por un pecado que no me atreví a cometer.
Pero que sucedió por los simples azares del destino.
En fin,
El espejo refleja ahora un semblante tierno pero cabizbajo,
Un beso extraviado en los caminos de la vida
Buscando un flor donde reposar
Buscando una estrella para ser,
Junto a ella,
Eterno,
Incluso cuando ya no queden nombres.
No querer regresar.
Querer empezar.
Amab08 de abril de 2008
