¿ Adiós Tristeza?
La tristeza se ha acabado. La mandé a paseo hace unos minutos.
Cuando pase algo, pasará porque así debe ser, igual que todo lo ocurrido hasta hoy. Todo pasa por algo, y aunque a veces una simple línea dibujada en mi cara demostraba mi mal estado, al fin y al cabo, todo ha acabado siempre en sonrisas. Sonrisas de minutos si hace falta. Sonrisas por tonterías como una inocente caricia, una mirada afable o un efusivo abrazo. Todo da igual. Porque esa milésima de segundo era en mí en quien pensabas, y eso es lo que me ayuda a seguir paso a paso hacia adelante hasta llegar a pensar, que cuando algo cambie las cosas es porque algo mejor vendrá después. Si algo quiere quitarte de mi camino, es porque el camino no era de dos, o quizás no estaba hecho a nuestra medida. Puede que tu camino sea con otra persona que no sea yo. Pero pase lo que pase, caminaré hasta que se divida. Y ahí, solo ahí, es cuándo podré ser infeliz un segundo por verte caminar hacia otro lado. Un mísero segundo triste para ser feliz al siguiente.