Me está prohibido llamarte amor, tocarte en público y privado, mirar tus ojos como si fuesen míos y sentir tu mano en mi palma como una suave alimaña del tiempo. Una aspereza del espacio es quizás el pretexto de que existas he invadas mi mente como una extraña aceptada y con permisos incautos de los que no puedo negar su validez ni poder.

He soñado contigo, pero solo en esos momentos furtivos entre ojos cerrados y la oscuridad de la noche puedo verte, sin más dificultad que el de mi propio pensamiento, donde reinas y haces de tu voluntad los hechos.

Más que nadie puedes servirte de tu autoridad para negarme un beso y si quiera mirarte mucho tiempo puedo, solo el justo y necesario antes de devuelvas la mirada y cortes de improviso, como que de una conversación se tratase, cambias de tema, me das la espalda o lanzas tus ya conocidas flechas con esas mezclas entre venenosas y paralizantes.

No puedo evitar caer en tu mirada, muy dentro de esos tan preciosos ojos, solo la impaciencia determina el punto donde termina la prudencia y empiezan las insinuaciones.

Marcas tan bien los límites, que las fronteras son intrascendentes, porque las aduanas de tu puerta están siempre atentas, porque lo exterior es más influyente que lo que tu misma puedas pensar.

Sin embargo tu silencio es la muralla que señala donde estás y que tan lejos estoy de ti, dejando en claro que no quieres ni verme y que ya te cansé. Hay que admitirlo, de interesante me falta mucho.

Mientras te decides, solo espero verte feliz, como solo tú puedes serlo, dentro de tus pasatiempos, gustos y personajes. En todo caso, mejor ahora que más tarde, cuando todo esté hecho y ya solo pueda lamentarse.

Entre tanto, estaré en las fronteras de tu espacio, donde pueda verte sin tocarte y olerte sin sostener tu mirada.

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3 Comentarios

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  Mejorana

  Puedes llamar amor a tu amor siempre que quieras, porque dentro de ti no existen las fronteras, dentro de tí eres el ser mas libre del Universo, puedes cogerle la palma de su mano, puedes mirar sus ojos y sonreir de pura delicia porque dentro de nosotros está todo cuanto necesitamos tener, y nada ni nadie puede arrebatárnoslo , si acaso la demencia.

  16/12/07 01:12

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  Barandica

  "Entre tanto, estaré en las fronteras de tu espacio, donde pueda verte sin tocarte y olerte sin sostener tu mirada." Restricciones que la conciencia pone al hombre. Cerca que evita que cruces al otro lado... El verdadero dolor de no poder acariciar a quién amas. Maravilloso...
  Oye: sí he leído Juan Salvador Gaviota. Gracias por tu comentario.

  03/01/08 12:01

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  Andresj551

  Cuando quieras Barandica, que aquí estamos para leernos y comentar lo bueno que somos :P, jejeje.
  Saludos!.

  27/02/08 05:02