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Capitán

"Entonces ví que había un camino al infierno, incluso desde las puertas del cielo" - John Bunyan.

Cada texto es un sentimiento diferente, enfocado a diferentes aspectos de vuestro escritor de turno.
No se si este será el ultimo, no se si es lo ultimo que escriba, no se si es lo ultimo antes de un salto a la fama, al olvido, o a la incertidumbre del futuro.
No lo sé... No se absolutamente nada.

El amor me ha demostrado que no todo es lo que parece, que lo que se promete no tiene porqué cumplirse y que el egoísmo es algo presente incluso en quien se presenta como alguien perfect@.

La vida me ha demostrado que lo que temes se hace realidad, lo que más temes... Y siempre las cosas van a peor... Siempre pueden ser peor.

Y la incertidumbre es lo peor, porque mi cuerpo se lamenta, mi alma se desespera y mi corazón llora moribundo. El cerebro, un poco más optimista me pide distracción, trabajo, literatura, juegos, alcohol y tabaco.

El cerebro me cuida mejor que nadie. No me abandona, no me deja solo, porque sabe que si lo hace, estaré solo conmigo mismo, recordaré y sentiré y lo que me queda de cordura morirá... Sabe que mi deseo en vivir ha desaparecido... Que estoy vacío, sin objetivos, aspiraciones...

Recordando los momentos que no quiero recordar... Viendo la luz te das cuenta que estas en la oscuridad, recordando aquellos momentos donde solía tener deseos con grandes Dioses... Pero ahora que estoy en el fondo del vacío, el vacío que creía conocer, pero ahora que lo veo bien me he dado cuenta que estoy mucho más abajo y que no tengo más ganas.

No tengo ganas ni de despreciarme, no tengo ganas de quererme ni de tocarme, ni de intentarlo ni de gozarlo, porqué ya me he visto desnudo, me he desnudado conmigo mismo y con la vida... Fui sincero, enseñe mi persona y mis miedos.

Ahora que mis miedos se cumplieron, no quiero volver a desnudarme. Pero tampoco quiero estar frío y abandonado, no tengo ganas de suplicar o buscar algo... Pero tampoco tengo ganas de morirme congelado.

No tengo ganas ni de digerir ni de masticar, ni de devolver lo que comí ni que mi cuerpo deje de funcionar porqué si. Ni de estar despierto ni soñar, ni de dormir ni de imaginar.
Solo me acuesto desnudo, miro el techo, cuento los segundos...
Uno, dos, empiezo a recordar,
tres, cuatro, ese perfume que me vuelve a enamorar,
cinco, seis, me llego a alegrar,
siete, ocho, vuelvo a la realidad,
nueve, diez, empiezo a llorar,
once... Doce... Esta noche no me voy a acostar.

Me pongo a beber el Whisky que bebíamos juntos y nunca se agota, me pongo a escribir en la libreta donde te pedí que me escribieras...
Recuerdo las fotos que nunca te pedí que destruyeras...
Los miedos que nunca te pedí que cumplieras...
Las mentiras que nunca te pedí que me dijieras...

Solo bebiendo, escribiendo, llorando y perdido en tus pensamientos, la bebida te empieza a hablar... Tu cerebro está dormido y no te va a salvar, ese Andrés dentro de tí te empieza a hablar...

Y así, damas y caballeros, es como una cura a un virus mortal se transforma en una potente droga que te mata lentamente... Y lo peor es que sabes que la droga te está matando, pero de todas formas ya estabas muerto...

-¿Él también lo estaba para tí, verdad?
-¿Hablas de ella? Ella me dio la vida... Era la claridad en mi oscuridad... Y espero que ella sienta como yo me siento... Ojalá ser como ella, sin sentimientos...
Ojalá quitarla de este maldito pensamiento, ojalá no haber acabado así...
-Ojalá... Ojalá... Deja de lamentarte como un imbécil para evitar de lo que me refiero de verdad... Hablas, escribes y piensas en ella para evitar lo que de verdad te duele... Eso de lo que no tienes huevos a hablar con nadie, ese miedo universal que la vida te recompenso cumpliendo...
-Basta... No se de qué me hablas... Hablas de ella, estoy seguro. El amor no existe, no eres bueno ni perfecto como ella te solía decir, ni siquiera soy importante, sinó no te habría hecho todo esto... Ella lo ve como un chiste como los buenos recuerdos, besos y deseos ahora son pesadillas y dolores... Todo me hace pensar en ella, y pensar en ella me hace recordar la realidad y el sufrimiento...
-Que te calles, joder. Deja de huir de mí, no puedes huir de mi, vivo en tí, y ahora me escucharás. Piensas en ella porque eres un cobarde, porque si bien es cierto que te duele como el infierno, prefieres sentir este dolor una y otra vez que enfrentarte una vez a lo que te duele de verdad por dentro...
No puedes huir de ese remordimiento... Ni de tu hipocresía.
Tanto que quieres pensar en ella, adivina qué, has echo lo mismo que ella te hizo a tí, la acción que te duele que te haya echo es la misma que tu hiciste con él...
No me hagas mencionarlo...

En ese momento, dejas de llorar... Se te acabaron las lagrimas... Tus flácidos brazos se llenan de fuerza. Tu cara se contrae como una pasa... Ya has pensado en ello... Ya no hay vuelta atrás.
El llanto suave se acelera... A un grito que se transforma en un rugido largo y fuerte...
Las ventanas de tu habitación tiemblan del miedo... Tus manos suben a tu cabeza y casi automáticamente la rabia intenta arrancarte el cabello... Deseando abrir la cabeza y despertar a la cordura manualmente...

Ya es tarde... Bajas la mano y ves el genocidio de pelo que has cometido... Miras la botella y nunca has estado tan determinado en hacer una locura.
Rompes la dichosa y simbólica botella en la mesa... Los vidrios se te clavan en las manos y en los brazos... Caen al suelo y caminas al baño descalzo... Se te clavan en los pies. No te das cuenta... Has sangrado tanto por dentro que sangrar por fuera no se siente tan diferente.

Has escrito con tinta roja tu historia de odio y amor... Pero esto no es por una chica... Y lo sabes. Esto es algo fuera de tu alcance... Es que la vida se le fué...
¿La merecía? Te la dió al fin y al cabo.
Si la merecía... ¿Merecía tu amor? Nunca te lo dio... Ni siquiera te dio su aprobación.
Y ahora que no está, es algo que nunca obtendrás... Todo es el vano.
No sabes como te sientes y eso te frustra... Mientras te miras al espejo y te das cuenta que no eres tú...

Gritas ¿Quién está allí? ... Nadie te responde. Hasta que oyes.

-Soy yo, bastardo, y siempre he estado aquí, todos te abandonan, yo nunca lo haré por mucho que lo intentes.

Golpeas el espejo hasta romperlo... Nunca habías visto tanta sangre, sudor y lagrimas tuyas ser derramados...

Apagas la luz del baño, te sientas en el suelo entre los cristales... Te enciendes un cigarrillo...

-¿Qué fue lo que hicimos mal? Él fue el centro de todos tus males y ahora se va para siempre... ¿Ya estaba muerto, verdad?
-Ya lo estaba... Por eso dolía tanto recordarle...
-Por mucho que me haya jodido a mi y a mi familia, le extraño, sabes... A veces me imagino que le abrazo, siento ese olor a perfume polo, acaricio su áspera barba, le miro sonreír y su suave acento centro-africano me susurra
"Estoy orgulloso de tí, hijo."
-Todos aquí dentro le extrañamos... Tu cerebro despertará mañana y te dirá algo para hacerte sentir mejor, te confundirá para que no hables ni escribas de esto, así que emborrachate, desahogate y publica tu historia... Que otros te recuerden lo que no quieres recordar para que nunca lo olvides...
-Pero entonces sabrán donde hacerme daño... Acuerdaté de ella... Ella conoció mis miedos... Conciente o inconciente, no lo sé, pero los hizo realidad...
Si alguien que amas puede hacerte eso, cualquiera puede... Eso sería como desnudarse ante todos...
-Si, y es lo que necesitas... Dejar ir las mascaras que te cubren... Quitarte ese metal de plastico del que tanto alardeas y enseñar el trozo de porcelana que eres... Tu puedes hacer esto...
Se que me has evitado mucho tiempo, que me has ido cambiando el nombre a lo largo del tiempo... "Demonio de la noche", "el otro yo", "inseguridad", "culpa" ... Pero no soy más que tu mismo al fin y al cabo... ¿Cuándo te alerté de algo que nunca se cumplió? ¿Cuando te mentí yo?
-Tienes razón... Siempre la has tenido... El mundo siempre nos ha tratado como la mierda, nos ha abandonado y nos ha mentido... Tu has estado conmigo siempre...
Su recuerdo también...

En este punto... Las lagrimas y la ira se calman... Te enciendes otro cigarrillo y comienzas a recordar buenos momentos... Ries mientras fumas y hablas contigo mismo...

-La vida nos ha tratado mal... Pero tambien nos ha dado pequeños placeres...
¿No sería perfecto que los problemas no desaparezcan, pero los deseos se cumplan?
- ¿A qué te refieres?
- A que ella no me haya abandonado sin decirme adios a la cara... Sin que haya pretendido ligarse a otro delante de tus narices y encima a quien más asco le tienes... Que te haya tratado con un minimo de respeto, comprension y amor... Pero el de verdad, no uno promovido por la pena.
- Dejate de mierdas, sabes que no te refieres a eso... Deja de huir del tema.
-Tienes razón... Me refiero a que el se haya ido después de reconciliarse con nosotros...
- ¿De verdad quieres que te lo recuerde?
...
Intentó hacerlo, y fuiste tú quien lo rechazó... Fuiste tú quien no le dió cabida a redención... Eres tú quien aún no le perdona, incluso cuando ya no está... Eres tú quien le denegó esa posibilidad...
-No se la merecia...
- ¿Tu crees? Incluso los criminales se merecen una ultima cena en forma de ultima voluntad... ¿El no merecía tener la suya? ¿O es que eres tan egoísta que no lo ves?
-Si lo veo... Solo que me da miedo verlo... He sido yo quien lo mató... No hace poco, sinó hace 6 años... Es culpa mía...
-No. Es culpa nuestra. No estás solo en esto, estás conmigo... Somos lo mismo, pero yo no te he traicionado, aunque tu siempre me hayas puesto al final en tus prioridades, yo siempre te he puesto primero... Aunque tus amigos no estén y se ofendan cuando se lo recuerdes y tu "amor" te haya abandonado. Yo estoy contigo...

En ese momento te ves a ti mismo materializarte delante tuyo, abrazarte y darte un beso en la mejilla... Te das la mano, te levantas... Limpias el estropicio que dejaste en tu habitación y el baño, pero dejas tus heridas abiertas y sangrando sin darte cuenta...

Vas a la cama... Te tomas una de tus milagrosas pastillas para el sueño. Te acuestas y sientes un dolor intenso de cabeza... Tambien te sangra la cabeza pero no recuerdas haberte golpeado allí...

-¿No sabías que lo autodestructivo que puedes llegar a ser, verdad?
-No creía que era capaz de todo esto...
-También eres capaz de sobrevivirlo... Te lo prometo.
-¿Puedo confiar en ti?
-Incluso la gente en la que confiaste y no debías te lo repetían... Quienes no debiste confiar y en quienes debiste confiar, los que odiaste y los que amas... Tienes que confiar en mí...
Dios nos mira, pero no nos ayudará esta vez... Deja de orar... Su alma puede que esté arriba, o se esté quemando. Piensa que también se quemó en vida... Ese es asunto suyo... Tu enfocate... Enfocate...
-Ojalá poderle contar esto a ella...
- ¿Pará qué? ¿Para que te tenga pena? No, la pena la empujará a la misericordia, solo Dios puede tenerlos misericordia... Ella debe quererte por lo que eres, no por quien eres... Eres Andrés, joder, eres más que un sufrido ser humano... Ella te ve como eso ultimo, o aprende a verte como lo primero, o no serás importante...
- No lo somos de todas formas...
- Ya, pero, tu si eres importante para mi... Eres literalmente yo.

Mientras en la calma, te enciendes el ultimo cigarrillo a la par que sientes tus parpados caer y el alcohol hacerte caer empiezas a pensar en la gente...
No en ella, ella está feliz con otro. Has asimilado que no eres importante, solo un juego y que ella no es especial... Solo una jugadora más...

Le dedicas esos últimos momentos de la noche a tu amigo de la infancia,
quien está allí arriba jugando al Futbol siendo testigo de mi decadencia... Espero que el cielo sea como nos lo imaginábamos de pequeños, con ángeles, ríos de zumo de naranja y nubes de algodón de azúcar...

Le dedicas esos últimos momentos de la noche a tu mejor amigo, quien está al otro lado del país trabajando de lo que tu jugabas en el ordenador hace casí 2 meses con el, en el campo... Cosechando beterragas... Recuerdas su risa contagiosa, las anécdotas en los viajes con él, desde Lisboa hasta Viena y Maribor... ¿Quién diria que vendrías a este pueblo, donde te quedarías a vivir años después, por primera vez con él?

Le dedicas esos últimos momentos de la noche a tu amiga a quien consideras como una hermana pequeña aunque ella sea mayor que tú. Quien te acaba de abandonar porque cree que "no has cuidado de la amistad" cuando es ella quien nunca la valoró... Pero la entiendes... Tiene sus problemas y está confundida... Solo que me duele esta impotencia de querer ayudarla pero ella insiste en alejarse... Ojalá vuelva... Pronto...

Le dedicas esos últimos momentos de la noche a la única testigo de tu autodestrucción y de este show tan pasional y violento que has cometido en casa... A quien duerme todas las noches contigo y ahora que estas calmado en tu cama, ella sube y te empieza a lamer la cara...

Le dedicas esos últimos momentos de la noche a la primera mujer que amas... No hablo de tu "amor" que es el amor tuyo y de 3 chicos más a quien prefiere más que a tí, sinó del amor incondicional... El que te ha amado por el mero echo de nacer...
De tu madre.
Piensas en ella... ¿Ella si está orgullosa de mi? Posiblemente lo esté... ¿Porqué otro motivo sacrificaría el tiempo en el que puede estar contigo para que tu tengas una vida buena y segura en Europa? Ella lo da todo por ti y yo nunca podré agradecerle lo suficiente.
La extraño... Ella sabría que hacer en momentos así... No me hubiese gustado nada que haya visto lo que acabo de hacer, ni siquiera yo sabía que era capaz de hacer esto...
Pero ella sabría como lidiar con esto, desde lo que menos más me duele como es la desilusión del amor, hasta lo que más me duele...
A ella también le duele mucho esto... ¿Se pondría a beber y a sangrar contra el espejo contigo?
Talvez... Heredaste su pasión y sus emociones al fin y al cabo...
Dios la cuide de cerca, porque yo la cuidaré a la distancia...

Has pasado muchas tormentas... Te has atormentado a tí mismo para pasar peores, y ahora que ha llegado la más fuerte tienes que confiar en ti mismo y en tu barco... Hoy las olas te han tirado del barco, pero te has sujetado a él y has logrado volver a abordar...

Estas tu solo en tu barco... Quienes vinieron a visitar tu barco haciendose pasar por "tripulación" se irán siempre, tarde o temprano, quienes amas y quienes no.
Si se van, dolerá, pero no te tires del barco.
Si se quedan, celebra, pero no te tires del barco.
Por muy tentador que sea, querido Andrés, no te tires del barco.

Muchos consideran mis textos como simple literatura, como un escritor que tiene el don de escribir bien y transmitir emociones y mensajes a traves de cada palabra.
Pero lo cierto es que escribo para desahogarme, para no ahogarme en el mar.
Porque en este punto, no se si algún amigo, o quien me gusta son capaces de venir a salvarme cuando me esté ahogando. De echo, me han visto ahogarme y se han alejado cuando lo necesité...
Pero, no me ahogaré si no me caigo del barco... Si confio en mi barco y en mi capitanía...
Querido lector, esto no es literatura, son mis sentimientos, es mi autobiografía, cada texto es un sentimiento en un episiodio diferente en mi vida.

Y lo cierto es que me siento solo, que necesito ayuda... Dámela, no por pena, no porque me vaya ahogar... Sino porque me quieras por el capitán que soy, no porque el mar me vaya a hacer desaparecer...
El mar no me preocupa, siempre vuelvo al barco... Me preocupa estar solo para siempre en un barco sin rumbo...
Ese es mi mayor miedo, y todos los problemas recientes de mi vida que han sido descritos en este texto van por ese camino...
Ayúdame o déjame ahogarme.

Me siento perdido... Entre tantos sentimientos encontrados en tan poco tiempo, tantas circunstancias, alegrias, placeres, decepciones y miedos.
Nunca he estado tan necesitado de comprension, de alguien a quien abrazar que no me suelte... De amor, pero amor de verdad, no un amor compansivo digno de la filantropía o de la madre Teresa de Calcuta... Sino un amor verdadero...
Creí que tenía uno... Tu dices que no fue una mentira pero por algún motivo, no te creo... No siento nada cuando lo dices... No me derrito como solía hacer...
No se como sentirme con ella...
Ni con mi padre...
Ni con mi madre...
Ni mis amigos, desde los que me quieren hasta los que me estan dejando de lado...

Estoy mareado navegando en este mar de incertidumbre... Necesito un hombro donde llorar urgente.
Uno que me abrace con los pies en tierra... Que me mire a los ojos, seque mis lagrimas y me diga... "Todo estará bien".
Porque me he convencido a mi mismo que hay un arcoiris al final de la tormenta, pero solo he visto arcoiris con tormentas atrás, y nunca al revez...

Este texto te plantea la situación.
Ahora eres tu, querido lector quien ha de tomar acción...
No se que tan bueno sea asincerarme con el público.
Pero... Te necesito. Tu atencion, tu amor... Y tu ternura...
Pero no la sensación... Sino la verdad.
Andresmb24 de julio de 2020

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