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El Amor Clasista

He estado escribiendo tanto sobre miseria, nostalgia y desilusión que se me ha olvidado escribir sobre lo que de verdad nos concierte, de lo que se nos ha olvidado a todos.
El amor.
Y es que el "te amo" de un rico no es el "te amo" de un pobre.
Los pobres amamos con las manos, con la carne y hambre, con las peores condiciones sociales, con el desamparo y con todo en nuestra contra. Amamos sin bonitos decorados... Con miedos a no poder llegar a fin de mes... Entendemos de gastos imprevistos, de facturas y angustias que embisten mes a mes a quemaropa...
Nuestro amor no se rinde, ni se cansa, ni es intercambiable a otra persona... No sale por la ventana aunque el dinero entre por la puerta... Aunque nunca entra, ni no hay ventanas.
Los pobres hemos aprendido a amar a oscuras por ese motivo, hemos aprendido a amar malalientados, malvestidos, malqueridos... Malentendidos...
Y porque mientras el hambre agudiza nuestro ingenio, en nuestros jardines tambien creecen las flores... Aunque no tengamos jardines.
Nosotros hemos aprendido a aprovechar esos pequeños momentos juntos entre jornadas de trabajo, aunque no haya trabajo...
Hemos aprendido a darnos placeres nunca tasados de valor incalculable.
Hemos aprendido a disfrutar de las circustancias... De la sopa de sobre, el viejo colchón y el frio de Enero.
Y parece que nuestro amor se yergue indestructible a pesar de las miles de plagas, sueños frustrados, crisis clicilas, hambrunas y guerras...
Porque nuestro amor es más valiente que Heracles, más Odiseo que Odiseo, y nuestro amor se extiende y se multiplica al ritmo que se multiplican los pobres... Los infortunios y los desastres que golpean nuestras casas.
Y ese amor está a la altura de Urano y de Gea juntos y es nuestra unica arma que tenemos para defendernos de aquellos que no saben amar...
Por eso hemos aprendido a cultivar flores y cantar bien nuestras penas... A redactarlas, hacer poesía y arte con ellas...
Hemos inventado las mejores obras y los mejores instrumentos. Por eso entendemos de arte... Y sabemos crearlo y encontrarlo lo haya, aunque no lo haya... Que siempre lo hay.
Por eso aprovechamos la rima y la jerga para escribir poemas inmortales sobre amores complicados... Sabiendo de cosquillas, de boleros... De desnudos... Y de darlo todo, que no es más que nuestro pan de cada día.
Las manos, el alma, el cuerpo, el corazón y la lengua, la forma de otear al horizonte los canticos encontra del patron... El patrón de la burgesía y su falso sentido de amor.
¿Cómo aman los burgeses? De la misma forma de la que se alimentan de esta sociedad hasta pudrirla por dentro...
Te seducen, a base de mentiras, con sus lujos y su insaciabilidad... Te seducen hasta imponerse en tí, adueñarse de tí... Explotarte...
Y tal como parasitos, cuando les servistes, te dejan pudrirte mientras buscan a otra victima...
¿El amor burges hacia otro burges funciona? Y tanto, son parasitos que se retroalimentan... Viven de consumir al otro mientras son consumidos por el otro... Son relaciones que no llevan a ningun nado, sin arte, sin poesía, sin flores... Solo con ambiciones, mentiras y egoismo...
Solo nos duele a nosotros, los pobres... A los humildes... No podemos pretender ser inhumanos, ser humanos está en nuestra naturaleza, en la suya no.
Yo, siempre he amado de esta forma tan humilde, nunca olvidando de donde vengo a pesar de donde esté...
Yo amo como aman los pobres, y me temo que siempre esto seguirá siendo así. Con orgullo.