Trotamundos
Una frase que me he repetido mil veces es que parte del viaje es el final, para comenzar algo tienes que saber que se va a acabar... Muchas veces por eso nos da miedo empezar las cosas, el problema está cuando las empiezas y nunca las acabas, cuando vas por el mundo comenzando cosas diferentes y eres lo demasiado cobarde para ponerles fin por miedo al vacío, a la nada, a la oscuridad de la que tanto vienes huyendo y de ti mismo.
De aquellos pensamientos y recuerdos que abrazan tu corazón hasta asfixiarlo y lo exprimen hasta que no quede ni una sola gota de sangre ni de lagrimas en tus ojos.
Pensamientos que son cada vez más duros contigo mismo, que nunca les pones fin por lo cobarde que eres, simplemente huyes de ello.
Huyes de lo que no te gusta, de lo que te puede hacer daño, y no les plantas cara porque sabes que aunque lo hagas, todos tus mayores miedos se terminan haciendo realidad.
Los sueños nunca se cumplen, tus miedos sí.
¿La felicidad? Efímera... ¿La preocupación de tener razón? Recae en la ansiedad cuando se cumple...
¿Y el amor? Ja, tu mayor amor es tu compañera de viaje... Aquella que tanto odias, al fin y al cabo para odiar se debe haber amado... Yo personalmente le tengo miedo, porque solo me hace daño y recoge cada uno de los pensamientos que me atormentan en mi camino, los trae consigo e intenta devolvérmelos... Yo intento ir más rápido que ella.
Lo cierto es que me he cansado, me he parado y ella me alcanzo y me dio cada uno de ellos.
Aquella compañera mia, la soledad, es algo que por mucho que evite, siempre me termina alcanzando, al igual que mis pensamientos más oscuros y terribles.
Entre tantas reflexiones en mi mochila de viajes me dí cuenta de una cosa... Suelo tener razón en todo... No me equivoco en ninguna de mis predicciones, las cuales, por lo general son pesimistas y umbrías.
La realidad es umbría y nadie más lo ve...
Entre la gente que me encuentro en mi camino, tod@s se quedan maravillados con mi percepción de las cosas, percepción creada a base de la experiencia que este largo viaje me ha estado dando... Pero... ¿Nadie se da cuenta de lo miserable que es la realidad? ¿Qué la felicidad no es más que el placer espontáneo? ¿Qué el miedo es lo que más perdura y más mueve a la gente? (En efecto, es lo que me mueve a mí).
Supongo que no lo ven por ignorancia, que la ignorancia es felicidad, y la única forma de salir de la ignorancia es pensando, razonando, y ese razonamiento paradojicamente solo te ilumina con una luz tan fuerte que te deja ciego y solo ves oscuridad en todas partes.
No es que sea complicado, nada lo es, es que mi realidad es diferente, mi realidad es un episodio de tardes grises y lluviosas, y tu promesa de tardes soleadas y románticas se desvanece cuando mi compañera me abraza y de destruye cuando me susurra mis pensamientos...
Que nunca se cumplirán.
Y en efecto, me da miedo volver a tener razón. Aunque por ahora, la tengo.
