La Madrugada
Y de repente sin avisar llega la madrugada
pero sigo entre profundos pensamientos, puede que sea miedo
pero a la oscuridad no le temo.
Alegría lo dudo, pues no me quitaria el sueño
quizás solo sea el deseo de escuchar el silencio
mientras baila el viento que se asoma por la ventana.
Se llevo mi alma, y no me di cuenta,
misteriosas sombras aparecen
pero yo solo pienso lo que ya olvide
mientras los silencios danzan en el viento
y la oscuridad me acompaña.
Pero ahora es un sueño que solo cuento
ni miedo ni alegría
solo la madrugada que ni la vi
cuando de mi se despedia.
