Y en lo alto de un monte lo vi de nuevo, sólo. Abstraído en pensamientos pecaminosos no soñaba con el viento y sin embargo éste le acariciaba despacio, sin prisa, su pelo negro, la tez morena. ¡Ay, quién fuera brisa! ¡quién su desvelo!
La dueña de su mente y de su cuerpo al oído le susurraba: "quedate de nuevo" mas él siempre le contestaba: "no puedo, no quiero, no debo".
Ahí, subido en aquella cima, no sentía más que el consuelo de aquella noche entre sábanas mojadas y el fuego abrasador que les embargaba.
Volvió a revivir aquel beso apasionado que fue el fin de sus días tranquilos.
Por esa boca quedó preso de un amor ciego. Arrancársela del pecho pudo pero no así de su cerebro pues la imagen plasmada en la mente de aquellos ojos verdes aún permanece y sospecho que ahí quedará por siempre.
Contemplándolo me pregunto si llegará algún día que del monte baje para poder decirle que aquí estoy y que lo estaré hasta la muerte.

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5 Comentarios

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  Serge

  Angela:
  Amiga perspicaz que alegría me da verte de nuevo en el foro aunque sea de manera intermitente llenas de luz mi mente.
  Eres muy apasionada en tus relatos, me encanto la historia y esa espera que no se cansa hasta la muerte.
  
  Un gusto leerte.
  rorororororrorororororororororrorororor
  Sergio.

  24/04/10 01:04

• 

  Exequiel

  paciencia entonces amiga, me gusto lo de las sabanas mojadas y el fuego abrasador que les embargaba. tambien la descripcion es nitida y clara . saludos.

  24/04/10 04:04

• 

  Didis

  NO SE QUE DECIRTE HERMOSO PRECISO Y SINCERO
  CRUDO Y ALA VEZ CIERTO
  UN GRAN ESCRITO Y UNA GRAN VERDAD .EXITOS

  24/04/10 06:04

• 

  Aroint

  Como siempre tus relatos están tejidos con exquisitez y belleza... en realidad me dejan el sabor de la prosa mas que de un relato pués tienen algo de poético, aunque tengo claro que quien define lo que escribe eres tú.
  
  En realidad lo leí ayer, pero me dejó sumido en una profunda reflexión pues algo me dejó intrigado... me quedé pensando que mal acechaba a ese hombre aparte del amor, que lo tenía cual eremita tan solo acompañado del recuerdo.
  
  ¿Será que se prendó tanto de la perfección de su recuerdo que el amor anidó en su cerebro en vez de en un corazón?
  
  Me ha encantado este relato pues no solo me ha transmido la belleza trágica que contiene, sino que también me ha dejado pensando...
  
  Un abrazo y cuídate Ángela

  24/04/10 05:04

• 

  Danae

  Qué locura convirtió en drama el amor, Angie ... Un texto lleno de interrogantes. Pero ahí radica parte de su encanto. El resto, en esa delicadeza en la expresión que subyuga al lector.
  Un abrazo!!!
  

  24/04/10 07:04