Yo pensaba que esta forma de adversidad entre los miembros de una sociedad no es más que una forma de autoprotección por parte de aquellos que se encuentran situados en un escalón superior, de esta forma se auto genera una continua lucha sin necesidad de factores que la fomenten, se produce un continuo competir por escalar posiciones más altas que va dejando a unos pocos en el fondo del abismo, sin posibilidad tan siquiera de tener una oportunidad.

Y así pasaba yo las horas de la tarde del domingo, entre constantes visiones y meditaciones de lo que se plasmaba en mi retina; tardes de visiones oscuras de una realidad, espejo fiel de mi entorno, réplica de mi futuro más probable. Cuando ya avanzada la tarde el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte me dirigía a un faro sito en el extremo de uno de los muelles y desde allí, con la mirada dibujando la silueta de un horizonte rectilíneo, contemplaba las últimas luces coloreando al mar en mil tonalidades distintas. Contemplaba como una nube de fuego rasgaba a un sol moribundo que naufragaba en el horizonte, frontera de dos mundos, el de la realidad y el de mis sueños. Yo allí, azotado por la brisa marina, espectador entre dos mundos imaginaba paraísos de libertad que me distanciasen de la terrible realidad que se cernía sobre mis espaldas.

Regresaba al albergue a la hora de la cena. Después me acostaba a la espera de una nueva semana, las mismas cosas a las mismas horas, las mismas peleas, el trabajo de las tardes con Mario y otra vez el domingo. La noria de mi vida era así.

Y como la noche da paso al día, fueron pasando los años y aquel niño fue perdiendo en el camino el poco de inocencia que aún tenía, los escrúpulos y la sangre se me heló aún más con cada nuevo invierno.

Un día me levanté y sentí la necesitad de levantar el vuelo y abandonar el orfanato, mi único hogar durante tantos años. No me despedí de nadie, tan solo salte, volé y no miré atrás, me lancé de lleno a un mundo que me esperaba ansioso. A partir de ese momento todo fue un paseo, un camino hacia el triunfo, escalé desde la ciénaga de la sociedad hasta lo más alto, pise escalones de diamantes y sangre, pero ya sabes que en mi mundo no mueren los inocentes, solo mueren los que aprietan el gatillo más tarde, es la ley de la calle.

Comencé como corredor de apuestas y poco a poco fui asentando mis tentáculos dentro del crimen organizado existente en la ciudad.

Ahora ya viejo y cansado, cuando la muerte me espera en cualquier esquina de un callejón oscuro, después de tantos años de duro trabajo escribo mis memorias para conocimiento de aquellos que quieran seguir mi oscura y perdida senda.

FIN

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10 Comentarios

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  Mejorana

  Wou Artalia. Qu? historia m?s bien contada.
  Fant?stico.
  Me ha encantado.
  Un abrazo.
  

  11/01/09 10:01

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  Artalia

  Gracias mejo. Me alegra que te guste y me anima a continuar. Besos muchos.

  11/01/09 11:01

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  Mejorana

  An?mate Artalia. Vales mucho. Y? te leer?, nosotros nos leeremos.
  Con eso nos debe de bastar.
  Un abrazo.
  

  13/01/09 01:01

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  Danae

  Un relato donde se trasluce bajo la capa de una aparente frialdad un alma atormentada. Me ha gustado mucho, Artalia. No dejes de seguir escribiendo, que tienes talento. Un abrazo, y cu?date.

  14/01/09 11:01

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  Artalia

  gracias DANAE. Me entretiene escribir, me desatormenta. Saludos

  15/01/09 12:01

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  Mejorana

  Claro que te tienes que animar a continuar. Ni por lo m?s remoto se te ocurra dejarlo. Eres bueno escribiendo.
  Y somos bastantes los que te leemos.
  Si no lo hicieras ser?a cuando no te leer?a nadie.
  Siempre he escrito, y he recitado poes?as, desde antes de saber lee , desde que cog? por primera vez el l?piz.
  Siempre escrib?a y no se lo ense?aba a nadie. Despu?s encontr? una amiga que me ped?a que le enviase todas las poes?as que escribiera. Y estaba encantada.
  Siempre vale la pena hacer lo que nos gusta.
  

  16/01/09 03:01

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  Zochi

  Artalia, que final. Resulta ahora que el nenito abandonado se ha vuelto un ganster urbano, ja, ja... un corredor de apuestas. Tienen relacion, de hecho, la ni?ez abandonada y la adultez perdida. Buen trabajo, compa?ero. Segui escribiendo, que estas en tu salsa. Abracitos para vos.

  18/01/09 02:01

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  Artalia

  gracias ZOCHI la vida es asi de dura. El lo ve como un trabajo mas, era el camino que podia seguir y esta orgulloso de su trabajo. Gracias

  18/01/09 03:01

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  Michaelsitka

  Felicidades de nuevo, Al fin unrelato de verdad

  19/01/09 12:01

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  Artalia

  gracias MICHAELSITKA, tu si que sabes hilavanar historias. Salud desde Asturias.

  19/01/09 02:01