Esas veces en las que cuidar de alguien conlleva a atravesar el muro de su alrededor. Te lamentas y a la vez te duele, porque odias pensar que ese muro está construido a base de malos tratos e inseguridades por parte de una tercera persona. Porque nunca quise verte mal, porque me habría gustado hacerte feliz y haberlo sido yo con ello, y haberte visto sonreír todos los días. Por ese odio a todas las personas que alguna vez te hicieron daño, y que hicieron de ti una persona tan desconfiada e insegura, porque yo quise atravesar todos esos muros para enseñarte que no todo el mundo es igual y que realmente hay gente que lo habría dado todo por hacerte feliz, pero que nunca me dejaste. Por esas cosas que nunca dije, esos te quiero que tragué, y esos sentimientos hundidos en mi misma. Por esas espinas y esas heridas que no cicatrizaron del todo. Porque te quiero, y sé que tras esa barrera eres una gran persona por dentro, destrozada por aquellos malos tratos que recibiste, pero que jamás hicieron perder tu valor.

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