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Prisionero de mi Libertad

Aquella mujer (Mi amante), trataba de ahogarme, me regalaba su perfume embriagador y yo me deleitaba. Las noches de amarnos eran exhaustivas, locas, apasionadas. Su cuerpo con curvas definidas, su rostro angelical y la edad...Para que decirles. Un bocado exquisito.


Úrsula Blanco era mi esposa, los años ya habían hecho mella en ella.Nuestros cuatro hijos deformaron todo su escultural cuerpo, y absorbieron todo el amor que tenia para mí.

Nos conocimos en un Bingo. Ella con su candidez, y dulzura logro atraparme, ese no, no, todavía no. Debemos esperar. Me hizo llevarle al altar con toda la insensatez de mis veintidós años.Lograr que después de veinte años de matrimonio me diera un sí para abrir sus piernas era ganar el concurso de relato breve con votos de mi familia y amistades en la pagina “carelibro”.

En mi familia se respetaba el sagrado misterio del matrimonio, no era de buen ver el divorcio. Los hijos debían llegar cuantos Dios quisiera, y yo debía sagradamente cumplir con mis deberes de marido proveedor y por ningún motivo dejar que Ella trabajase.
Un día, ese en el que el diablo se mete para abrirte los ojos, yo me conseguí una amante que me complacía en todo. Al llegar a casa Úrsula estaba allí, esperándome, sin angustias, sin afanes, sin reclamos, sin miradas de odio.

Cuando iba a salir a lo que supongo ella sospechaba, me planchaba la ropa, lustraba mis zapatos, combinaba también todo, que siempre estaba presentable para la ocasión, mis hijos aplicados, obedientes a mis órdenes, bien sus calificaciones en el colegio. En pocas palabras mi hogar estaba bien, y aún así anhelaba la libertad de elegir, de salir como el pájaro libre.

¿Qué era la libertad y para que la quería?

Libertad era devolverme a la adolescencia en donde debí conocer mujeres lindas, con diferentes facetas, en las que debí probar la pasión, la decepción, haber experimentado tanto, hasta anhelar ser prisionero de un solo corazón en una edad madura.
Vivía pendiente de mis ayeres, condenado en vida a los me a culpas moralistas, atribuía el seguir como péndulo de reloj al amor por mis hijos que alineaban mi ruta y me hacían limpiar mis malos pasos del barro en el que me hundía. Pensaba tanto en mí, en mi egoísmo de hombre compadeciendo a la mujer a quien le robe su tesoro mayor , a quien debía echarme a cuestas como una obligación pesada, como la sagrada cruz que debemos cargar según los estatutos del hombre, como clausulas para mantenernos con la cabeza al norte.

Me volví esclavo de mis angustias, pesares y arrepentimientos.
Hoy Úrsula se ha arreglado el cabello, se ha pintado los labios, lleva un vestido elegante, se está besando en la cafetería frente a la iglesia en donde hoy he ido a confesar mis pecados al presbítero y después de rezar treinta Aves María y hacer el Acto de Contrición. Descubro que es feliz, serena y tranquila al lado de mi vecino de toda la vida.

Es raro pero me siento libre............quizás las oraciones.



Atalita25 de abril de 2012

12 Comentarios

  • Indigo

    Hola amiga! Gusto en verte. Esta es una de esas historias que dejan sabor a vida, a piel y tantas cosas más y que dominas con lo necesario, que percibo resulta como para una continuación.

    Besos Atalita

    25/04/12 05:04

  • Atalita

    Hola mi queridisimo Indigo. Feliz de leer tu comentario y de estar en este sitio. La lectura ha llenado gran parte de mi vida y hoy he aprovechado para retornar.
    Placer saber de ti de nuevo.
    esperemos continuar

    25/04/12 05:04

  • Davidlg

    Es muy extraño que un hombre piense o hable así (mas no imposible), existen varias frases que me resultan confusas, pero esto no importa mucho pues reprobé en comprensión de lectura... Buen texto, algo utópico, pero bueno.

    25/04/12 06:04

  • Atalita

    No es extraño David. Los cuestionamientos son incalculables dentro del raciocinio humano. jejeje tienes otro punto de vista en cuanto a comprensión de lectura, eso se puede arreglar leyendo hasta agotarte y tomando algunas clases de ello, si quieres on line las hay.

    La utopía siempre deja una puerta abierta a la imaginación del lector, muchos signos de interrogación y un sin fin de cosas por definir.

    Gracias por tu amable apreciación.

    25/04/12 06:04

  • Libelle

    Buen texto Atala me alegra verte amiga saludos

    25/04/12 07:04

  • Atalita

    Gracias Libelle, se te extrañaba también.

    25/04/12 07:04

  • Buitrago

    Un gusto leerte de nuevo
    Texto bueno con sabor amargo
    Saludos

    Antonio

    25/04/12 08:04

  • Atalita

    Mil gracias Antonio, por leerme y comentar.

    25/04/12 09:04

  • Serge

    Atala:
    Mi escritora de verdades, siempre llegas al fondo y tocas carne. Tus palabras son tan ciertas y en este escrito muestras al hombre como un simple ser humano.
    Muchas veces el machismo y los absurdos parámetros impuestos por la sociedad no permiten que un varón exprese sus emociones libremente.

    Siempre es un placer enorme poderte leer.

    Sergesiyiptis de amoris.

    15/01/13 05:01

  • Atalita

    Mi queridisimo gatito, es más placer siempre obtener tu comentario. Casualmente hoy que con gran dolor veo como se acaba una pagina tan querida QQML, o al menos eso parece. Pegate una asomadita y veras.
    Un beso

    15/01/13 06:01

  • Bluess

    Por aquí andamos los huerfanitos de web,jeje.
    Besin Atala

    20/01/13 04:01

  • Atalita

    Mi bluess hermoso. Es cierto ya por aquí seguiremos.

    20/01/13 05:01

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