TusTextos

Y Todo Tan Rápido...

Capitulo 1
Pipipipipipipi…Gritaba ese dichoso despertador desde el último rincón de mi mesita, hoy no iba a ser mi mejor día, lo presentía, así que le di al botón que apagaba la incesante melodía del aparato, poco después mi madre volvía a sacarme de mi profundo sueño, mi estado anímico se identificaba plenamente con el cielo de ese día, oscuro, plúmbeo. Fui directamente al baño, una ducha relajante y parecía como si algo hubiera cambiado en mi cabeza, Salí de ese baño con ganas de comerme el mundo, desayuné y me dirigí a la calle, el cielo estaba tan oscuro que incluso la niebla se hacía presente para dejar entrever un paisaje ignoto, como todo lo que circundaba a esa extraña mañana del 2 de septiembre.

Cuando llegué al instituto todo marchaba con la mas pasmosa normalidad, mis compañeros iban en grupos conversando sobre lo acontecido en la pasada tarde, parecía como si nadie notara mi presencia, hasta que llegué a un pasillo en el que vi a pedro, mi mejor amigo, rodeado del resto del grupo, contando una historia que debía ser entretenida e interesante, puesto que nadie le interrumpía, hasta que llegue yo, y le dije que le tenía que contar algo importante.

Cuando él terminó de contar al resto del grupo lo que estaba relatando pasó a la clase y se dirigió a mí.
-¿Qué tripa se te ha roto esta vez?
-Pedro, me he enamorado
Parecía que se le iban a salir los ojos de las cuencas
-¿Qué dices Alberto? ¿Tú enamorado? Eso es imposible.
-¿Por qué? –Le pregunté extrañado.
-Tú no eres como los demás, tú tienes algo especial, tú eres como más frío…
-¿Más frío? Tú eres tonto tío jajaja.
-Bueno y dime, ¿Quién es ella?
-…
-Alberto, ¿Quién es?
-Es que no lo sé, la he visto esta mañana por primera vez. Estaba en la entrada del instituto hablando con Rebeca…
-¿Con Rebeca? Será la amiga esa que se traslada ¿No?
-¿Cómo que se traslada? ¿Me estás diciendo que va ha venir a nuestro instituto?
Aquí su cara cambio por completo, se quedo como embobado.
-Pedro, ¿Qué te pasa?
-Alberto, mira a la puerta…
Y allí estaba ella, al lado de la profesora, la cual anunció:
-Buenos días a todos, quiero presentaros a una nueva alumna que se vendrá a nuestra clase, esta es Helena.
Acto seguido la chica comenzó a andar hasta su mesa, haciendo volar gracilmente unos semibucles dorados, iba vestida de manera normal, una camiseta con algo de escote negra y unos vaqueros un poco desgastados, pero a mi me parecía que desprendía un brillo mágico, no me di cuenta por que estaba embobado, pero Pedro se había levantado de su silla para sentarse con Rebeca y así hacer que Helena se tuviera que sentar a mi lado. Me acordé de toda su familia, mas él actuaba así, por eso nos habíamos mantenido tanto tiempo juntos.
Se sentó sin decir nada, la miré, me miró:
-Hola- dijo con voz dulce.
-Buenos días- le contesté- ¿Helena?
-Si, ¿Y tú?- cada palabra sonaba como una melodía en mis oídos…
-Alberto. Tienes unos ojos preciosos, ¿Te lo ha dicho alguien?- traté de entablar una conversación.
-Si, pero nunca nadie que los tuviera más bonitos que los míos- y le siguió una sonrisa acompañada de una leve ruborización.
Mi corazón dio un vuelco, a ella le gustaban mis ojos, o eso había dicho, la clase pasó rápida, parecía como si nos conociéramos de toda la vida, ella me seguía el juego, y yo se lo seguía a ella.
Por aquel entonces yo había estado tonteando con Clara, una chica también del grupo, pero todos sabíamos que eso no iba a ninguna parte, aunque ella se ilusionaba más cada día, y yo lo único que hacía era ser como soy, tontear sin mas.
Decidí que antes de empezar nada con helena tenía que cambiar mi manera de ser… ¿De qué estoy hablando? Ni siquiera sé si le gusto, si tiene novio, no sé nada de ella, por dios la conozco de un día, un día inolvidable para mí.
Me pasé toda esa tarde en mi cama jugando con un balón de fútbol de peluche que un 14 de febrero me había regalado alguna de mis múltiples ex…no podía sacarla de mi cabeza. ¡Ya! Se acabó, no podía estar ahí quieto, decidí salir a dar una vuelta por el barrio, todo estaba extrañamente ajetreado, todo menos el coso taurino, con su albero impoluto, algo me animó a ir en aquella dirección, iba tan absorto en mis pensamientos que no me di cuenta de que ella se acercaba por la misma calle en dirección contraria a mi.
-Hasta luego, Alberto- dijo sonriente.
-Hasta mañana, guapa- le dije como si un muelle hubiera saltado en mi cabeza. Todo siguió con normalidad hasta que regresé a mi calle, en la cual vi a Clara…
Nada mas verme corrió a abrazarme y darme un beso, pero debió de notarme algo raro por que separó sus labios de los míos muy rápido
-¿te pasa algo?- me pregunto extrañada.
Y como única respuesta la besé. ¿Qué estaba haciendo? ¿Esa era la manera que tenía para alejarla de mí?
Un instante duró el beso…y empezó a llover con gran estrépito…nos metimos en mi portal para esperar a que ese inoportuno chaparrón escampase…
-¿Tú me quieres?- no entendí por qué pero pregunté eso…
-Claro que si, ¿acaso no lo sabes?- respondió ella con su sonrisa, aquella sonrisa calida y despreocupada, la misma que me había llevado a fijarme en ella cuando nos conocimos hacía escasos tres meses. Aquella tarde salíamos solo tres de mi grupo, Pedro, Rebeca y yo. Decidieron ir a saludar a otros amigos y yo les acompañé, Clara estaba allí, sentada en el césped, riendo sin más. Ese fue nuestro primer encuentro…el primero de muchos otros….
-¿Te ves conmigo dentro de unos años?- dios parecía un viejo diciendo eso.
-¿Qué dices Alberto? ¿Por qué preguntas eso? Sabes que soy demasiado libre para estar mucho tiempo atada.
Eso ultimo resonó en mi cabeza y se quedó grabado en mi mente…poco después amainó y nos despedimos.
Subí a mi habitación y encendí el ordenador, ya lo hacía sin pensar, era como un acto reflejo, me senté en la silla y me quedé ensimismado mirando la pantalla de Windows. Me detuve un instante antes de iniciar mi sesión de MSN. Tardó más de lo habitual, ese ordenador empezaba a quedar obsoleto. Cuando por fin consiguió iniciar la sesión vi que alguien me había agregado. Mis pupilas vibraron extrañadas, ¡Era Helena! ¿Cómo habría conseguido mi dirección? Le di a aceptar e inmediatamente después el chivato de pantalla decía:
Helena dice:
-Hola guapo.

Capitulo 2
No podía creerlo, ¿De donde había sacado mi MSN?
-Hola pequeña, ¿Qué tal?
Así empezó todo, pensé que por Internet todo sería más frío que en persona, que no sabríamos de lo que hablar ni que decirnos…Pero nada más lejos, no parábamos de contar anécdotas…Hasta que inevitablemente preguntó:
-¿Tienes novia?
-mmm…algo raro hay por ahí… ¿Por?
-Te pareceré una loca pero creo que me gustas, aunque yo también tengo novio….y bueno llevaba tiempo discutiendo con él y pensé…Bueno da igual, me tengo que ir. Tequiero.
Se desconectó sin dame tiempo a reaccionar, me quedé helado al leer eso, absorto en mi mundo. Sin saber que hacer ni como reaccionar. Le pedí su número a Rebeca…y le mandé un sms. En él decía:
“Hola cielo, en realidad con Clara no tengo nada, solo nos hemos enrollado un par de veces y creo que tu también me gustas, soy Alberto. Te quiero pequeña.

Dejé de pensar en ello y sumergí mi cerebro en un libro que había empezado hace poco cuando noté que zumbaba el vibrador de mi móvil. En la pantalla estaba el icono que me decía que tenía un mensaje sin leer. En el solo tres palabras, escritas en inglés, tres palabras que marcaron mi vida sin pedir permiso:
I love you.

Era de Helena. No lo comprendía, nos habíamos conocido esa misma mañana y ya me mandaba ese mensaje, ¿Por qué se me aceleraba el corazón? ¿Por qué me había olvidado de todo y para mí solo existían esas palabras? Me olvidé de todo y sumí mi cuerpo en un profundo sueño.
Me dormí enseguida y de un tirón, a la mañana siguiente cuando sonó el despertador de nuevo lo apagué con ánimo y me fui al baño a ducharme, sentía que iban a pasar muchas cosas en ese día…
Para mi sorpresa pedro había venido a recogerme a mi casa, nos fuimos dando un agradable paseo hasta el instituto, hablando de nuestras cosas, sin preocupaciones ni nada por el estilo, consiguió con sus bromas hacerme olvidar por un instante a clara, a helena, a todos los problemas, si así podían ser llamados, que había tenido la tarde anterior. Pero cuando entramos por la puerta vi a Clara, y ésta se dispuso a hablar conmigo, fue entonces cuando le dije que no quería seguir con nuestra relación, o lo que fuera que tuviésemos, que lo sentía mucho pero no la amaba...que estaba empezando a sentir algo por otra chica.
No pareció afectarle en exceso puesto que su gesto no se inmutó.
Las cosas con Helena fueron realmente bien, en cuanto llegó me dio dos besos con un ímpetu que me hizo quererla con más fuerzas todavía, le pregunté por su novio…si llevaban mucho tiempo…y si lo iban a dejar, también le conté lo que acababa de hacer con Clara.

Pasaron lentos los siguientes días, fueron extremadamente raros porque no pareció que nada hubiera cambiado en mi vida, todo se desarrollaba con una tranquilidad abrumadora y nada parecía presagiar lo que poco después sucedería, una mañana, la mañana del 17 de septiembre.

Helena me dijo que tenía que decirme algo pero que no sabía como hacerlo, entonces le dije que se dejara llevar simplemente, empezó por decirme que me había cogido mucho cariño en los apenas quince días que nos conocíamos, y acabo por decirme que su novio y ella ya no estaban juntos, que no se atrevía a iniciar una nueva relación pero que quería conservarme como amigo.

Cada día que pasaba nos uníamos un poco mas, llegaron las vacaciones de navidad y ya éramos amigos inseparables, cosa que me había costado bastante cara, puesto que desde que estaba a su lado todos mis amigos me dijeron que había cambiado, que ya no era el mismo y que pasaba de todos, pero no importaba nada, por que podía contar con su abrazo en todo momento, y eso era lo único que necesitaba para ser feliz por aquella época.
Atreyu01 de octubre de 2009

1 Comentarios

  • Elframoso

    No me gusta leer mucho, pero este tu texto me obligo, y quede encantado!!!!!!!!!!

    01/10/09 11:10

Más de Atreyu

Chat