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Los Ojos de mi Abuela

Los ojos de mi abuelaTenía tan solo tres años, era la primera vez que me quedaba a dormir sola, en lo de mi abuela como no podía dormir ella vino a mi habitación se sentó a la orilla de mi cama y me miró con sus increíbles y dulces ojos azules. Entonces le pregunte porqué tenía esos ojos y dónde los había comprado porque yo quería unos así para mi, entonces sonrió y me explico que ella antes tenía los ojos marrones y hermosos como los míos pero que se habían transformado en ese color hacía ya mucho tiempo. Luego, agrega que si yo quería me contaba la historia con la condición de que después me durmiera, accedí divertida, me crucé de brazos y me dispuse a escuchar. Todo ocurrió cuando era muy joven y por primera vez me fui a vivir sola a un país muy lejano. Por aquellos días me gustaba recorrer anticuarios porque amaba el arte por elección y por naturaleza, me encantaba rodearme de objetos antiguos. Una tarde la lluvia me obligó arefugiarme en uno que no conocía, entonces, mirando los objetos amontonados sobre los muebles descubrí una cajita blanca, la tomé entre mis manos, no pesaba nada parecía una pluma tenía incrustaciones de piedras negras, chinas, dijo el vendedor.La compré y miré a través del ventanal, había dejado de llover pero, como el tiempo amenazaba con más lluvia decidí volver a casa pero, antes debía comprar té, justo cruzando la esquina había un negocio donde se especializaban en té en hierbas, como a mi me gustaba, compre el té y cuando me iba el vendedor me llamó y me obsequio una bolsita con té explicándome que era de oriente iba de regalo para los nuevos clientes. Cuando salí del local, era tarde la noche aún no llegaba . Legue a casa, ¡ estaba tan cansada!, guarde el té que me habían regalado en la cajita blanca.
-: la de porcelana, agregue
Si, respondió, luego tome un baño caliente, me prepare el té y lo tome en la cama y me quede dormida con la luz prendida.
Cuando me levante, al otro día, me lave la cara y al mirarme en el espejo, ¡ no sabes lo que paso!-: ¡Qué!, gritey continuo, mis ojos ya no era marrones eran azules. Yo abrí grande los ojos y ella siguió contando, cuando fui a lavar la taza estaba manchada de azul, entonces mire adentro de la cajita blanca y el té que quedaba era azul.-Entonces..., la cajita era mágica, sugeríMi abuela sintió con la cabeza, luego se levanto caminó hasta la repisa y trajo una cajita blanca con piedras negras y la puso entre mis manos cubriéndola con las de ella.
-: te la regalo, me dijo, luego agregó, ahora es tuya, cuídalamucho pero,no olvides que es mágica y si la abrís ahora, perder el color de mis ojos y cuando me vaya lejos no podrás recordarlos y además yo perderé el recuerdo de tu mirada que tanto quiero.
-: Nunca la voy a abrir respondí.
Después tal como lo había prometido me recosté, me abuela me tapo y me dormí con la cajita entre mis manos, eso era como tener a la abuela conmigo. Hoy a pesar de que mi querida abuela ya no esta y aun conservo la cajita blanca, esta en mi repisa y todavía no la abrí, para poder recordarla para recordar sus ojos azules y su mirada dulce que tanto amaba.
Azabache19 de abril de 2009

2 Comentarios

  • Voltereta

    Un cuento encantadoramente tierno que esconde un precioso sentimiento de complicidad entre dos personas que se quieren y se respetan.

    La verdad Azabache es que escribes muy bien.

    Este cuento me lo llevo a mis favoritos.

    Un saludo

    19/04/09 04:04

  • Abyssos

    Linda anecdota y lindo el sentimiento que lo anima.

    Recuerdos... el ser humano no puede vivir de ellos y no puede vivir sin ellos.

    Mis saludos...

    20/04/09 01:04

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