Y volvió a mostrar esa preciosa sonrisa, con esos dientes perfectos y esa boca irresistible. Parecía mentira, pero caía rendida a sus pies cada vez que sonreía. Y cuando me miraba de esa forma, el corazón se me aceleraba y gritaba su nombre una y otra vez. Fuerte, tan fuerte, que de lo único que hablaba y/o pensaba era en el. Pero eso acabó y pasó de ser una realidad a un recuerdo. Deje de ver su sonrisa y dejo de mirarme de esa forma con la que me volvía loca. Pero, soy feliz, porque se, que todas y cada una de esas sonrisas eran de verdad, y también se que cada mirada gritaba un te amo. Por eso sonrío, porque pese a no estar con el, el siempre estará conmigo

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