Tú y yo nos alimentamos
de sueños con olor a fuego,
de murmullos perdidos
en un frío día de invierno.

Nos basta una cocina
de amor revestida,
una estufa de leña
y una caricia perdida.

No hay más mundo
ahí afuera, no importa
cuanto dure el momento,
ni que no llegue
todavía la primavera;
aquí estamos los dos
al amparo del viento
tejiendo un manto
de nubes y estrellas azules
que nos cobije a los dos
mientras dure la espera.

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6 Comentarios

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  Beth

  Y tú muy buena voluntad hacia mi, querido amigo. Un beso y muy buen fin de semana

  17/08/12 08:08

• 

  Kc

  Que complacida siempre de visitarte muy bello tu poema, siempre me engalanas el alma.
  Besos y abrazos.

  17/08/12 09:08

• 

  Beth

  Gracias, Karla, la cocina para mi es el centro de la casa, y por suerte he encontrado a alguien que opina lo mismo. Un beso

  17/08/12 09:08

• 

  Beth

  Es verdad que hace ya años que nos conocemos, Democles, unos cuantos. Y es un honor y una suerte para mi. Un abrazo

  17/08/12 09:08

• 

  Elmalevolico

  Espero que un día pueda ser invitado a esa esa. Saludos y un abrazo fuerte!!!

  18/08/12 08:08

• 

  Beth

  Esa casa desde siempre tiene las puertas abiertas para ti. Sobre todo la cocina que es el corazón y el centro. Y espero que tengas buen apetito porque a mi me gusta la gente que se come todo lo que le pongo en el plato (quizá porque yo soy muy maleducada y siempre dejo algo). Alguien a quien quiero mucho me dice que es una especie de manía estúpida para que se lo coma él. Puede...pero no me gusta la sensación de dejar el plato vacío, me deprime bastante. Ya ves lo rara que soy. Un abrazo

  18/08/12 11:08