TusTextos

El Gallo

Cuán fácil es
herir el orgullo
de un gallo
lleno de poderío;
que se cree el
dueño del corral,
y no se gobierna
ni a si mismo.
Cuán sencillo
me parece,
con una simple palabra,
bajarle del pedestal
al que él solo
se ha subido.
Tiene ese gallo
la cresta muy
frágil; y ahora
¡Qué pena!
hasta siento haberla
partido.
Pero en cuanto se
cure la herida,
volverá de nuevo
a tener su saco
de orgullo y soberbia
otra vez henchido
Beth11 de junio de 2010

6 Comentarios

  • Serge

    Beth:
    Amiga hay personas que no cambian y tienen una idea equivocada de si mismos, es mejor alejarse de ellas.

    Un gusto leerte.

    Pd: Los gallitos no tienen la culpa para tal comparación.

    Sergio.

    11/06/10 04:06

  • Beth

    Pues no, pobres, no tienen culpa, pero ya sabes, la metáfora de ponerse gallitos; será porque son los únicos machos, rodeados de tantas gallinas

    11/06/10 05:06

  • Mary

    Cuantos hay asi... y lo peor es que nunca van a cambiar, hay que
    tener orgullo, pero no tenerlo por icono. A mi si me parecio bien
    la comparacion, sera porque me caen mal los gallos; hace poco me
    pico uno y me dejo un cardenal en la pierna, y nisiquiera le hice
    algo para enojarlo. Me gusto mucho este poema. Besoss.

    13/06/10 02:06

  • Vocesdelibertad

    Beth:
    A mí me parece una buena comparación, hasta vi al gallo erguido, sintiéndose único por eso no soporta otro gallo en su gallinero... pero lo que no sabe es que al final quedará sólo como todo orgulloso, por eso el orgulloso termina amando la soledad.
    Muy bueno querida amiga!

    14/06/10 11:06

  • Vocesdelibertad

    Democles jiji no es mi publicación pero quiero decirte que no todos los hombres encajan en los versos de Beth, los hay así y muchos, pero también están los grandes hombres de corazón sencillo, nobles y de grandes acciones.

    Un abrazo Beth

    15/06/10 01:06

  • Beth

    Bueno, si, los versos iban dedicados a un hombre, por algo en concreto, pero quiero recalcar que no soy una feminista embravecida que carga contra todos los hombres sin discernimientos. No, hay hombres estupendos, encantadores, y mujeres malas, malísimas. Somos humanos, no quiero hacer distingos entre hombres y mujeres. Ni quiero que ningún hombre se sienta ofendido por ello; estos versos responden a una situación muy puntual que me ocurrió el día que los escribí, y fue en el trabajo, y con un hombre. Pero ...que hay hombres adorables. Lo que pasa es que cuando sucedió el caso, en el instante se me vino a la mente un gallo ensoberbecido. Vale, reconozco que en maldad pocos me ganan. Mea culpa

    15/06/10 11:06

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