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La Casa de la Colina 26

Lucas me hizo señas de que guardase silencio y subió el volumen. Cuando pasaron a otra noticia, se dignó posar en mi la mirada, y atisbé una chispa de preocupación, aunque me habló como lo hacía desde que nos reencontramos; de manera seca y despegada, como poniendo barreras entre nosotros.
-Eso no quiere decir absolutamente nada. De entrada es sólo una joven que se parece algo a ti, nada más. Y ni siquiera sabemos seguro que Jaime esté en Francia.
-Era uno de los lugares que tenía que visitar.
Apartó el plato y se levantó para traer el queso y la fruta.
-Hay algo que no entiendo. ¿No te llama por teléfono cuando está de viaje?
-No, casi nunca, a menos que pase algo. Dice que cuando está trabajando no quiere distracciones.
-Vaya matrimonio más raro el vuestro.
Inicié una irónica sonrisa.
-Pues si. Para empezar ya es raro que el marido esté planeando matar a su mujer, así que lo de la ausencia de llamadas me parece pecata minuta.
Después de cenar estuvimos un rato trabajando con el diario de Jaime, intentando encontrar algo que nos diese más pistas. Esta vez nos acomodamos en sendos sillones cerca de la chimenea; hacía ya fresco y se agradecía el calorcillo y el aroma de leña y piñas que impregnaba la casa. Lucas había hecho una copia del diario para que cada uno tuviese su ejemplar. Sergei subió de un salto a mi regazo, y le dejé hacer. Me consolaba sostener su peso cálido en mis piernas, y el ronroneo de satisfacción que emitía hacía que me sintiese menos sola.

El relato que Alvar me hizo en el sótano despertó en mí las ansias de ir más allá en mis correrías nocturnas. Hasta ahora me había conformado con tomar por la fuerza lo que de buena gana me ofrecerían muchas de las chicas con las que me encontraba cuando salía. Pero si era de manera consentida no me saciaba; era como si comiese un plato preparado sin condimentar; tal vez sirviese para matar el hambre, pero no proporcionaba el placer de la buena comida. No recuerdo a cuantas mujeres violé en aquellos años. Hay cosas que recuerdo como en una nebulosa, que se que hice yo, pero por algún extraño motivo no recuerdo la fecha concreta, o la cara de aquellas chicas. Sólo se que todas tenían un ligero parecido con Marta; unas más que otras, y que me encantaba mirar sus ojos, preñados de miedo e impotencia cuando las tenía completamente a mi merced. Pero nunca fui más allá; el siguiente paso era demasiado fuerte y tenía que estar preparado para darlo. La conversación con Alvar, cuando me contó cómo había matado a su esposa y la satisfacción que ello le produjo, me llevó a pensar que mi vida no estaría completa hasta que no supiese cómo era la experiencia de mirar a los ojos de alguien a quien se le escapa la vida, y precisamente porque uno mismo así lo ha decidido. Mi gloria final sería acabar con la existencia de Marta, esa misma Marta a la que quería tanto pero que también tanto me hacía padecer. Pero ella debía ser mi obra maestra, así que antes debía ensayar con otras víctimas de menor categoría. Cuando llegase el turno de mi mujer, todo tenía que ir sobre ruedas y estar perfectamente orquestado. Marta era demasiado importante para mí y no quería dejar nada al azar. Debería practicar mucho antes de que a ella le tocase el turno.

Siempre que leía el diario de Jaime me quedaba intranquila y desasosegada y ciertamente creo que tenía motivos. No es nada agradable saber que alguien planea la muerte de una. Pero cuando me fui a la cama, con Sergei pegado a mis talones, dejé atrás mis dudas y miedos, y me propuse descansar para enfrentar el duro día de trabajo que mañana nos esperaba en el archivo del padre Avelino. Me acosté y aunque el gato se acomodó en su cesta, al cabo de cinco minutos, justo después de apagar la luz, noté como se colocaba, hecho un ovillo, a mi lado. Su ronroneo me ayudó a adormecerme. Este gato me sorprendía por su capacidad de entender a los humanos, o al menos a mí.
Beth02 de diciembre de 2010

10 Comentarios

  • Serge

    Beth:
    Alvar y Jaime son unos verdaderos locos.
    Ahora lo de la muerte de esa chica parecida a ti amita y lo que dice el diario acerca de las locuras de Jaime hace que cualquiera se sienta atemorizado; pero siempre me tendrás en tu regazo y a tu lado para protegerte en lo que pueda.
    En las noches dormiré como un ovillo a tu costado para cuidarte.

    Gracias amita por todo.

    Sergei

    02/12/10 03:12

  • Beth

    A ti, mi gatito perdulario. No importan los desprecios de Lucas, teniendo a mi gatito

    02/12/10 03:12

  • Norah

    Pero ella debía ser mi obra maestra, así que antes debía ensayar con otras víctimas de menor categoría…en verdad has descripto muy bien el perfil de un psicópata, si es bueno que Marta descanse, la espera una ardua pelea.Beso

    02/12/10 04:12

  • Beth

    No se, Norah, si lo he descrito bien. Pero en confianza te cuento que aquí el dueño de la librería donde compro mis libros siempre me dice que le daría pánico estar casado conmigo, por los libros que compro. Dice que tendría miedo que de noche le acuchillase. Yo, que no soy capaz de matar ni una mosca. Otro beso para ti

    02/12/10 04:12

  • Retales

    Amiga Beth, no puedo comentarte este capítulo, prefiero hacerlo cuando haya leido todos los que me quyedan para coger bien el hilo. Me gusta tu forma de relatar, estoy segura de que si lo publicas será un éxito. No te desanimes nunca, todo llega cuando menos lo esperas.
    Un gran beso.

    03/12/10 06:12

  • Norah

    Querida y fiel amiga, cada vez se agrega mas gente a tú historia, lo celebro, beso grande.

    03/12/10 06:12

  • Beth

    Retales, muchas gracias por detenerte a leer mis fantasías. Y gracias por tus ánimos. Si no saco a estos personajes que me bullen en la cabeza supongo que tendría que hacer mucha terapia en el diván de un psiquiatra.Un beso

    05/12/10 10:12

  • Beth

    Norah, otra vez te doy las gracias por estar siempre presente en mis escritos. Besos

    05/12/10 10:12

  • Vocesdelibertad

    Un gato salvador!!! estoy impresionada con tu obra, tengo unas ganas terribles de leer el último capítulo publicado jaja

    09/02/11 10:02

  • Beth

    Uy este gato guarda mucha sorpresas

    09/02/11 11:02

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