Beth
Pues si, Sete, cuentos para aliviarse. Que es lo único que nos queda. El caso es que el buen hombre me tiene fichada y ayer mismo tuvimos otra pelea. Y de nuevo sentí deseos de matarle lenta y dolorosamente; quizá arrancándole pelo a pelo esa barba asquerosa.
Ains, qué pérfida soy, merezco la muerte en el patíbulo. Menos mal que ya no hay garrote vil
Un beso
26/01/13 08:01