Ítaca te esperaba, pacientemente
desdibujada en la sombra
de un amanecer nublado,
teñido levemente de Aurora.

Y aunque el viaje no haya
acabado, no olvides, amor,
retornar de nuevo a Ítaca,
y que tu travesía no se
haga eterna, para que mi
corazón pueda seguir latiendo,
pero más acompasado con
tu presencia.

Y antes de irte de nuevo
a surcar otros mares, esos
que noche tras noche me
roban el sueño
no te olvides, amor,
de que las sirenas miente.

No dejes que su canto
te tiente, porque la
verdad no se oculta.
Se aloja día trás día
en mi mirada, mis
labios no te engñan
y sabes que cada instante
puedes confiar en mi palabra

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2 Comentarios

• 

  Sandor

  Buenos días, tejedora, no te preocupes los viajes de Ulises adquieren dos posibilidades, el lineal que tarda menos tiempo,pero se hace largo, y el circular, el más largo, pero el de aquel que nunca se ha ido nunca de Itaca, e incluso en los naufragios siempre se encuntran monedas antiguas con el rostro oe la mujer amada, o el mascarón de proa con la misma figura...no te preocupes más.
  Un beso
  Carlos

  06/08/14 10:08

• 

  Beth

  Gracias querido Carlos.Yo llevo la preocupación en las venas...pero intento aprender a vivir con ella. Un beso

  06/08/14 01:08