Cuando sientas estrechas
las cuatro paredes de tu casa
y te cueste respirar,
y la rabia y la pena
vistan de escarcha tus ojos,
sin avisar.
Cuando no aguantes otro golpe
metálico y certero,
de una suerte tan perra
en tu alma de hierro.
Cuando te quedes sin palabras que gritar,
se acabe la música,
y en medio del silencio
solo quede callar.
En ese momento piensa
que eres más dura
que el más duro cristal de roca,
que sabes vivir mejor que nadie
la vida que a ti te toca,
que siempre es más oscura la noche
antes de que el Sol rompa la mañana.
Lo único que pretendo con estas líneas
es escribirte una ventana
por donde entre el aire fresco
en tus momentos de ahogo
(o al menos que puedas arrugarlo
y usar como pañuelo este folio).
A cambio, solo te pido una cosa:
Por favor,
No llores más a solas.
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Este poema tiene su historia. Quizás leido así de primeras no convenza demasiado, pero escrito en una hoja de papel (obviamente nadie va a usar la pantalla de su ordenador de pañuelo), y colocado furtivamente en el bolso de la persona a la que iba dedicado, parece que tiene más efecto. En fin, ultimamento me siento un poco como si hiciera poesía de contrabando, pero y qué, si cumple su cometido. Hay veces que para los dolores del alma hace más un poema que cualquier medicamento...
Estoy totalmente de acuerdo y tu poema tiene muy buen mensaje y es una buena respuesta a un grito de ayda o consejeo. Eres muy bueno escribiendo. Saludos
