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JesusÍn

JESUSÍN



Son las siete de la mañana, Jesús Ortega se despierta un poco angustiado. Podría levantarse a las ocho, tendría tiempo suficiente para llegar a tiempo al trabajo. Olvida que hace ya dos meses le redujeron la jornada laboral en la Consejería de Bienestar. Ahora que puede aprovechar una hora más con Morfeo ,él mismo se pone la zancadilla y amanece una hora antes. “Hay que joderse con mi adelanto horario”, susurra Jesús a la almohada.

El camino al trabajo es igual todos los días, sólo cambia las mañanas que necesita llegar antes y pilla un atajo, eso sí, le toca subir ochenta escaleras, eso es lo malo del dichoso atajo. Por el camino Jesús observa a los niños, los abuelos con las carteras de los niños,” esto no tiene sentido” piensa al ver a los abuelos-sherpa en la entrada del colegio. Siempre encuentra algún deportista masoca que a esas horas ya está corriendo y en más de una ocasión recibe algún empujón distraído de esa señora acelerada que se salta el semáforo para llegar antes al curro.

Después de fichar se fuma un último cigarrito en la puerta de la Consejería. Jesús se siente inquieto, nervioso más bien, le ocurre todas las mañanas. El ambiente en la oficina se ha vuelto irrespirable, se han formado dos bandos que se llevan a matar. El silencio impera y las putadas entre ellos se respiran y esperan. El jefe nunca se ha mojado, para variar, cada pocos meses suelta su mantra evasivo: “yo en asuntos personales no entro”

Aparece Mariela en escena:

- ¡Jesusín buenos días¡ ¿Cómo te fue el finde darling?

- ¡Hola Mariela¡ (Ya está la histérica ésta cantando las mañanitas). Normal maja, como siempre.

- Soso eres la verdad, con lo que yo te quiero.

A todo esto entra el primer ciudadano en la oficina. Se oye bajito:

- De oca a oca y tiro porque me toca.

- Para ti Menéndez, a por él.

- Buenos días, quería un certificado de…

- Aquí no va a ser, le interrumpe Menéndez ¿Es que no ha leído el letrero de la puerta? Vaya a la quinta planta y allí pregunta. Si es que este edificio lo hizo un esquizofrénico, se nos pierden todos los usuarios por los pasillos.

- De allí vengo precisamente, y aquí me enviaron.

- Que no, que no, Vd. vuelva al quinto que es ahí.



El Jefe de Sección, adepto al régimen, aún no estaba con la manada, por lo que ésta campaba a sus anchas: internet , músicas variadas, “voy a tomar un cafetín que no me centro”, fabricación de trajes a medida a los compañeros…

Jesús no sabía nunca en que bando situarse, comprendía a todos y finalmente cogía manía a los dos grupos. La desubicación era su sino, bueno además de la ausencia de afiliación al partido gobernante o en su defecto al sindicato alfa del momento.

Paquito le pide a Jesús que le cubra una hora, tiene que hacer el recado urgente de la mayoría de los días. Jesús le hace notar que siempre tiene que hacer esos recados a las once de la mañana, cuando más petada está la oficina. Paquito se hace el digno y le dice que ya se arreglará, que no se agobie por él. Nuestro hombre finalmente cede, no sin antes advertirle que será la última vez, otra última vez.

Han pasado doce minutos desde la hora de salir, Jesús, a estas horas de la mañana ya es definitivamente Jesusín, sigue ordenando archivos e informes. Revisará las luces y los ordenadores, no vaya a ser que se quede alguno encendido.

Nuestro héroe abre la puerta de casa:

- ¿Jesusín trajiste el pan y la fruta?

- Sí mamá ¿cuándo se me olvidó?

- Ay Jesusín, eres tan despistado.

- Eso es lo que tú dices eh

- Ya es hora de que te eches una novia, en julio cumples 44 años.

- Mamá, que soy interino.

- Llevas nueve años de interino, desde que te echaron de la fábrica de ventanas y el tío Juan te colocó en la Consejería.

- No fue el tío Juan mamá, fui yo, que me presenté a un examen, saqué una buena nota y me llamaron para cubrir una baja.

- Sí Jesusín.



Al día siguiente Jesús se vuelve a despertar a las siete, esto ya parece “El día de la marmota”. Hace tiempo que nada más guarda los sueños justos para sobrevivir, le fastidia el ritmo monocorde de su existencia. Le encantaría decir las verdades del barquero a los mamones sin fronteras que reptan por la Administración.

Jesusín perdió, o despistó, los apuntes para opositar al cuerpo de gestión. Había estudiado mucho para ello, pero igualmente sabía que nunca le echarían de aquí, con la conocida monotonía que se respiraba, los bandos enfrentados, los bajos sueldos…pero era su refugio, su lugar en el mundo.

· Breve apunte ornitológico.

Hay dos tipos de aves en los cortados montañosos de la Administración española, a saber: el treparriscos que luce unas bonitas alas rosadas y los trepadores azules. Comparten el mismo nicho ecológico y tienen una alimentación similar. No obstante es complicado verlos juntos, se repelen entre ellos, uno es más de roquedos y el segundo se mueve por grandes árboles. (Para más información recomendamos la Guía de Campo de las Aves de España y de Europa. Editorial Omega)

A Jesusín siempre le gustaron los gorriones, mira tú por dónde.

**

PE. Jesusín es mayor que Pepito(relato), no iba a publicarlo aquí pero al no haber sido seleccionado en un concurso de relatos con ciertas ínfulas, bueno a lo mejor lo publican e e-book, me apetece soltarlo en tustextos. Espero que os guste y que las sonrisas se dibujen en las caras al leerlo, así como que provoque cierta solidaridad y ternura con el personaje.

BLUESS 1-10-2012 .

Bluess01 de octubre de 2012

2 Comentarios

  • Asun

    Bluess, a mi me ha provocado todo lo que tu dices, sonrisa, ternura, y la sensación de estar leyendo la vida de todos los que cruzo en el metro a las 7:30 todos los días.
    Y mira tu por donde también me gustan los gorriones.
    Bueno si he entendido bien te lo van a publicar en e-book, pues enhorabuena.
    Un besote.

    06/10/12 08:10

  • Bluess

    Gracias Asun, hay muchos como Jesusín. Los gorriones son bonitos, no todo van a ser Aves del paraiso. Besinos

    11/10/12 01:10

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