Sentado en una mesa de una pequeña terraza de Xhantala, con la capucha calada
hasta las cejas vestido de un negro cubierto de polvo, Seannus cortaba en pedazos una
peculiar comida con sus dedos larg...
Sentado en una mesa de una pequeña terraza de Xhantala, con la capucha calada
hasta las cejas vestido de un negro cubierto de polvo, Seannus cortaba en pedazos una
peculiar comida con sus dedos larg...