TusTextos

Carta de Despedida

Y te giras, de repente. Sólo lo haces para ver que ella también esté girada. Qué asco, no lo está, y se está alejando. Sola. Sin mí. Mi silencio grita su ausencia como falta de amor, falta de algo que pudo ser y no ha sido. Que pudo ser y no ha sido…
Pasan los días como si pasaran los años. Cada día estoy más lejos de ella. Sus ojos. Sus malditos ojos. Me acariciaban siempre con su mirada de tranquilidad, serenidad, de un ‘’todo está bien, cariño’’; me falta ella, despertarme y saber que está a mi lado, de que siempre me dice que me despierte rápido sólo para ducharnos juntos. Cuánto te echo de menos.
¿Sabes que me dijeron un día? Cuando te sientes solo, dolido, sin saber cómo reaccionar a algo que te rompe en mil pedazos en tan sólo diez segundos…, lo mejor es escribir una carta para la persona a quien quieras dirigirla y luego quemarla. Y así me quedó la mía.


Querida Alice, se que nunca llegarás a leer esto, y me duele saberlo. Me duele saber que todo el amor que te di cuando más lo necesitabas y realmente nadie más estaba ahí, para ti. Sólo estaba yo en tu vida, ¿te acuerdas? Todas aquellas tardes abrazándote porque llegabas llorando, todas las veces que te llamé para animarte, porque la distancia impedía poder estar a tu lado en tus momentos difíciles… Pero de repente, todo cambia. Dijiste que era cuestión de tiempo, que si no lo arreglábamos hoy, mañana ya sería otro día.
Todas tus promesas se han quedado en vano, Alice. Todas. Me duele ser realista, pero me hiciste mucho daño. Te he perdonado la vida, te lo he pasado todo por alto, pero tú siempre querías jugar al juego que te gustaba: tú haciéndome daño, y yo queriéndote siempre. La distancia no nos lo ha puesto fácil, pero tú no lo has intentado. Te he querido tanto, mi vida, que me duele decirte esto. Me duele aceptar que nunca seré como tú. Que nunca me has querido de verdad.
Cada día pensando en ti, pensando en cuándo llegaban los fines de semana para verte... No puedo más ¿sabes? Mira Alice, si me has enseñado algo es a ser fuerte, a aferrarme a aquello que me importa, a aprender a querer a alguien y a saber que no siempre puedo tener a un ser querido siempre entre mis brazos… Eso me pasó contigo. Empezaste siendo una niñata a la que nunca en mi vida hubiera hecho caso… Pero hubo algo, y ese algo fue especial…Y la cagué contigo, Alice, porque tú nunca me has sentido nada por mí. Nunca.
Nunca te preocupó si estaba pasándolo mal, nunca llegaste a venir a verme a mí porque siempre he tenido que venir yo hacia ti. Nunca sabrás lo que he llegado a sufrir por lo nuestro y sólo al pensar lo que tú hacías… Me parte el alma. Todo lo que hemos sido, lo que fingías, ¿para qué tanto dolor? Lloro cada noche al pensar lo tonto que fui al confiar en ti, en todas tus promesas… Todo tu cariño fingido… Ojalá estés bien ahora, que os queráis con tu novio, e intenta no fallarle como lo hiciste conmigo, de los errores se aprende.
Ya dicen todos mis amigos que pensar contigo me mata, pero de algo hay que morir, Alice.
Me duele despedirme sin recibir ninguna respuesta. Adiós Alice, hasta nunca.
Mark.

-MF.
Brokenmind05 de diciembre de 2015

Más de Brokenmind

Chat