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Noche de luna llena, las lechuzas revolotean por los ventanales del pueblo dormido, gatos negros vagando a cada lado de la calle. Las farolas encendidas y el rocío humedeciendo el suelo, se oye los llantos de mujer a lo lejos, una ventana encendida en la casa junto al sauce.
Era ella, la chica de cabellos dorados la que a veces paseaba con la cabeza gacha por la calle no hablaba con nadie y nadie sabia de ella. ¿Porque lloraba? ,¿Que secretos guardaba?Se llamaba Liriel ,nació una noche ,al despertar de las brujas, un día en que sin saber ¿ por qué? los murciélagos bailaban en su tejado.Liriel guardaba secretos, su familia aparentemente correcta no le tenían mucho aprecio, decían de ella que era rara, que no era como los demás niños, siempre hablaba con los animales y se le veía una conexión especial con ellos.A la edad de 12 años caminaba sola por los campos y siempre traía una rama de especial forma, algún cráneo de algún animal muerto ,lo limpiaba y los usaba como decoración de su habitación. Esto hacia crecer el rechazo hacia ella, lo que la hacia mas callada y la metía mas en su agujero de sueños.
Se sentaba en su cama y pasaba horas dibujando, dibujos que jamás pudo exponer en las paredes de su dormitorio porque a su familia les parecía demasiado tétrico.
Así creció sometida a prohibiciones, ordenes y aprendió a que todo lo que era, lo debía llevar a cabo en el más absoluto silencio. Liriel harta de todo, odiaba y la odiaban, tras un largo camino de lagrimas, vanas vergüenzas y largos silencios, decidió aquella noche ser ella misma, la Liriel verdadera. Cambió su pelo por el color de la noche, sus aromas fueron los más descriptivos al de su alma, dulces y frescos a la vez, pero con un intenso toque a flor. Sus ropas negras y su piel blanca en honor a la luna que la vio nacer, amante de la música mas celestial y mas infernal a la vez, observadora de cualquier arte creado por los dioses, amante del amor y eterna alma en pena por su historia pasada, la cual ella guarda en el mas lejano de los bosques, dejándolos casi al olvido pero recordándolos alguna que otra vez para hacerse mas fuerte, mas fría, mas paciente.
Liria, la chica oscura del pueblo, nacida una noche de luna llena, emerge de entre sus, lágrimas llora de gozo a la despedida de sus demonios, en espera de su cruel venganza.
