Hoy me desperté como cualquier otro día, un ruido sordo en la puerta, una voz que me llama por mi nombre, y un sueño que se desvanece sin poder alcanazrlo. Como siempre, tú te escapas con mis anhelos, como cada día.
Quizá fue esa costumbre de cada día la que me empujó fuera de la cama, o quizá fueron las ganas de verte, o las de oir mi nombre en tu voz, tal vez fue la necesidad de reflejarme en tus pupilas, o bien, pudo ser la exigencia de mi piel por rozarte. Pudieron ser mil cosas diferentes, y pudieron ser todas a la vez.
No me es extraña esta sensacion de apremio por ti, es tan habitual que lo extraño de hoy fue la decisión que tomé al abrir los ojos. Hoy decidí callar. Vaya tontería, pensarás, y posiblemente tengas razón, pero es mi decisión.
Hoy callaré, me dedicaré a escuchar lo que el mundo me quiera decir. Silenciaré mi voz como nunca antes hice, dejaré que mi piel te extrañe, que mis ojos sean los que llamen a la puerta de tu alma. Hoy callaré. Y lo diré todo en silencio.
Hoy no diré que necesito verte, evitaré decir que a mis labios les urge tu sabor, aplacaré el ansia de mi voz por susurrar en tu oído, mitigaré la avidez de mi espalda por el roce de tu piel. Hoy no te lo diré. Hoy decidí callar.
Puede ser que hoy por fin te des cuenta de todo cuanto digo, y de todo lo que callo. Puede ser que hoy por fin creas mis confesiones y secretos. Quizá hoy, mi silencio te lo explique todo y le de la mis palabras el valor que precisan.
Hoy decidí callar para arrojar la luz de mi voz a tus ojos. Hoy el silencio hablará por mí, y ya no habrá dudas.
me gusto mucho, mas quiero decirte algo cuando esa persona a la que no le diras nada no lea esto entonces si estaras callando de lo contrario amiga, jeje, creo que lo oira todo, jeje, muy lindo tu escrito
