Hay rumores de incendio en la atmósfera
y el aroma de tu pasión se ha esparcido,
tu sonrisa contagiosa rige el ambiente
y la proximidad de tu cuerpo candente
seduce el deseo de poseerte en plenitud
Tus manos orientan el recorrido ardiente
y tus ojos escapan al infinito en tu interior
mientras yo me deleito cubriendo de besos
cada palpitar de tu loco corazón, al final
caes inerte derramando miel de tu sazón
Así en suplicas que sin palabras gritan a fuego
abierto y sin refreno de dolor, en la espera
de un respiro, balbuceando en gemidos la
la maestranza de lo sucedido y asentando
una vez más, que el amor ha vencido a la razón
