TusTextos

¿me Permites?

Me quiero sentar y contarle al mundo las mil y un historias que me presenta tu sonrisa. Borré mis futuros alejados por sueños del presente anclados en el pasado. No se que hubiese sido de mi, de mi vida en sí. Me topaste con tu ojos y mi cabeza rogó que no te olvidara, fue la primera vez, que un corazón y la razón, fueron aliados en esta guerra.

¿Cómo se los digo? ¿Cómo hago para que entiendan cuanto se alborota mi negro corazón? Retuerzo los papeles esperando que caigan las palabras que tanto estoy buscando, me exijo e invento adjetivos para describirte a la perfección, es imposible, no existe cosa tan exacta como tu risa cuando se la lleva el viento.

¿Me permites un segundo? Quiero regalarte una vida, la mía. Darte días de locura amarradas a un amor infinito, mostrarte que tan rápido palpita un corazón con solo un beso, hacerte soñar al despertarte con un abrazo, un buenos días que dure hasta la noche. Se parte un alma por mi, por ti, por nosotros. Tanto tonto con tanta suerte de poder siquiera tomar tu mano, mientras yo lucho por aunque sea me dediques una mirada.

No me tomes como un cuerdo, tómame como aquel loco que tiene a cuerda el corazón. Triste o feliz, no importa, tu sonrisa vuelve a salir y mi vida ya no duele tanto. Si prestas atención, escucharas al viento decir te extraño. Guárdame entre los recovecos de tu almohada, así me sientes cuando te despiertas, así te arrullo para que te duermas.

No quiero enfriar mil vidas más, quiero vivirte en esta y demostrarte que el tiempo se detiene a cada beso en la mejilla. No quiero más un mate lavado en olvidos, un segundo café que se enfría, solo necesito uno. No busco robarte noches, solo regalarte los mejores amaneceres. Insistiré en quedarme parado, así al menos sabe donde siempre estaré.

¿Y si vuelves? ¿Y si no? ¿Y si todo es pasajero? No creo en casualidades, no creo en las causas del destino, solo estás tu entre mis papales, entre mis pensamientos, mis felicidades, mis sueños. Creo en poder regalarte un abrazo con aroma a felices por siempre, escribirte un poema con solo dibujar tus labios, levantar un castillo, proclamarte la princesa de este reino que lleva mi nombre.

Que pesado es la tinta cuando cae en soledad. Podría decirte que extraño tu mirada empapada de ternura, pero mejor lo escribo, así te saco una sonrisa en secreto.



Jamás dejes de sonreír, porque será tu arma, contra lo triste que hay en la vida
Cafefrioenpapel01 de noviembre de 2015

Más de Cafefrioenpapel

Chat