Queriéndote Volverte a Perder
Que intenso termina siendo el sentimiento acorralado en un rincón, volviéndose más extremo a cada paso de represión propia que se impone. Dicen que mientras más nos evitamos, más terminamos por encarnar al enemigo del espejo. Siento que perdí la batalla pero todavía escucho las bombas de esa guerra entre las sábanas, cuando el agua choca con la taza y se mezcla con el café; todavía te escucho diciéndome te quiero, ocultándome que jamás supe verte como vos querías, que nunca pude hacerte del todo feliz.
El nerd que se escapó y trató de vivir en un poema escrito con mala letra, el que nunca supo de amores con condiciones y malas doctrinas, solamente pudo amar sin medidas. Hoy recuerdos de propina le vacilan las lágrimas que no puede cercarse y un piano con furia que resuena entre las paredes, chocando con la canción que nunca se aprendió y aún así la canta de principio a fin. Escapa de lo que no entiende, busca, sorprende, el nerd que cree más en la fe de dos corazones que en la propia ciencia.
Me dejaré caer al momento justo, solo para darme un poco más de vida recordando un segundo el tercer cuarto de hora que viví con vos, en el quinto sueño rompiendo el sexto mandamiento mientras saltaba el séptimo cielo tocando una octava más arriba la canción que te compuse. Él no ve... no, al décimo que se escapó a las once para que a las doce campanadas corra sin mirar atrás, sabiendo que no puede contar más con vos, sabiendo que ahora solo queda restar.
Los misterios de palabras que nunca fueron encontradas en la boca correcta hoy replantean la verdad oculta entre los papeles que supieron gritar a tiempo. La metáfora más dura es la que no es, la que entendiste a la primera y te pegó en el pecho.
El pensar es el deporte más peligroso, porque nunca te frenas para descansar y a veces pensamos de más las cosas que simplemente se tenían que sentir. Así fue como perdí varias veces, aún teniendo las cartas marcadas.
Me encantaría extrañarte un poco más en otro modo, sin estar pendiente que las palabras que escribo sean las correctas para no dejar que se escape nada que me lastime, me encantaría que te acuerdes, que me recuerdes, que sea mutuo el motivo por el que no quiero y aún así te estoy escribiendo. Me gustaría tantas cosas que me conformo con intentar olvidarte, así me acuerdo más de vos, así al menos extrañarte se hace de otra forma. Perdón si me dejé llevar, pero ya no se más nada y de a poco tu perfume se me olvida, ojalá nos recordemos en un café, en la hora exacta de la cual nunca supimos llegar a horario. Ojalá y la vida quiera te encuentre bien y sonriendo, bailando en tu habitación como a vos te gustaba, ojalá y espero poder recordarte, queriéndote volverte a perder, como siempre.
