Déjame esconderme
en las entrañas de tu cuerpo
Déjame perderme
en el vaivén de tus formas,
vestirme de ti
bailar tus labios
y besar tu alma,
Déjame consolar tu llanto
y llorar contigo,
Déjame sentirme solo junto a ti,
Y llenarme de tu ausencia,
Déjame volver a la soledad,
Del alba eterna de tus ojos.
Déjame pensar que el tiempo
No me arrastró tan lejos,
Cuando vimos caer lejano
Aquella tarde en Júpiter
La ultima braza
de un mortecino ocaso.
Déjame soñar,
Que soy mas grande que tus miedos,
y más fuerte que tus dudas.
Déjame volver a tus quimeras
naufragar en el escollo de tu ausencia
Creer que nunca fuiste mia,
Y de pronto convencerme
que nunca te perdi.
Déjame llenar mi vacío con el tuyo,
Abrigarme en tu nostalgia
Y ahogarme en el dolor de tus domingos
