Cuando mis ojos lloraban,
tú secabas mis lágrimas.
Cuando mi corazón ya no palpitaba,
tú lo hiciste latir.
Me llevaste a ese mundo sin fin,
del que tanto hablabas.
Las noches eras negras,
hoy los segundos son eternos.
Esperando rozar tus labios,
para poder por fin,
sellar nuestro amor.
El azar quizás nos encontró,
o quizás fuera el destino,
pero lo único que se,
es que este es mi camino.
Las torres más altas podrán caer,
pero con cimientos de ilusiones,
siempre llegaremos hasta el último amanecer.
Llegue a pensar que no podía soñar,
pero ahora gracias a ti,
no quiero DESPERTAR