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Encuentros En la 4 Fase

La playa en invierno siempre fue del gusto de Antonio , limpia y pulida con el rumor de la olas que besan la orilla y todas esas cosas que se dicen de las playas tan arquetípicas que rayarían en lo vulgar .

Que mas da , piensa Antonio Arcángel ,el eminente físico relativista , si es lo que siento , continua pensando ,camina descalzo lejos del congreso sobre “la posibilidad de vida inteligente en otros lugares del universo/ ¿ estamos solos? “ jajá jajá , se reía Antonio , ¡mas solos que la una !, grita a nadie en concreto .





Solos, muy solos, abandonados a nuestra suerte en esta bola azul, si existieran, pues estadísticamente es posible, serían tan diferentes a nosotros que la comunicación entre ambos es casi imposible y ese posible encuentro en la tercera fase no serviría de nada ni las matemáticas nos ayudarían como nexo de unión , sentencia el científico mirando las olas llegar .





En esas disquisiciones estaba Arcángel, cuando la arena de la playa empezó a vibrar, el cielo se nubló, temiendo un chaparrón Antonio mira hacía arriba esperando las frías gotas sobre su nariz y cual sería su asombro cuando, la nave nodriza de toda mala película de ciencia ficción que se precie, levita sobre su testa.





Se sintió frágil como una hormiga ante tamaño monstruo más aun cuando el mismo levito como hojilla que lleva el viento hasta la compuerta de la nave.



Antonio no daba crédito, situado en el centro de una excepcional salón de connotaciones románicas e imperiales, rodeado de columnas y crespones de rojo aterciopelado que colgaban de las balaustradas, un murmullo de voces ascendía hasta el techo, voces femeninas, todas.





- Tú , humano , eres el elegido – la voz retumbó en la estancia acallando las demás , Arcángel pegó el respingo de su vida y casi se hace sus necesidades encima, en aquella especie de coso taurino, se sintió Minotauro dispuesto a que le dieran un par de pases de pecho con estocada certera , nada mas pensar en esta ridícula situación se descorren las cortinas aterciopeladas y cinco diosas romanas le hacen frente – estas son las que dentro de poco darán la vuelta al ruedo con una de mis orejas – se sorprendió hablando solo Antonio.





Las chicas se descubren de las túnicas, Antonio tiembla, las chicas avanzan, Antonio grita como un bebe, las chicas rodean al infeliz científico y este espera su muerte en aquella plaza intergaláctica.



La diosa de cabello color azabache toma el miembro masculino , que por extraño que pudiera parecer en aquella situación esta inhiesto como soldado de guardia , y sin contemplaciones se agacha hasta la altura adecuada, mientras su compañeras, acarician el cuerpo de Arcángel incluso en lugares que el desconocía que tenía ,la estancia se sume en una tenue oscuridad, cinco pares de manos tocan, oprimen, arañan, cinco bocas lamen, besan, recorren cada centímetro de piel masculina.





Las hembras tumbaron al infeliz en el suelo y por turnos cabalgaron en el, Antonio incapaz de terminar , continuaba en la cresta de un orgasmo perpetuo , doliente y magnifico del cual le era imposible descender.



Perdió la noción del tiempo en manos de aquellas amazonas y por un momento un ápice de orgullo, teniendo en cuenta lo surrealista de la situación, de orgullo de macho terrestre despuntó de aquella amalgama de brazos y pies.



Esto se acabó ¡!! Grito Antonio enfebrecido, no soy un trapo o un muñeco para manejar.Las chicas lo miraron extrañadas, el semental forzoso se irguió sobre sus pies, agarró a la Valquiria alba desprevenida y la tomó, hincada esta de manos y pies sobre el suelo, el salón prorrumpió en aplausos.





- Ah, malditas es eso ¿es eso lo que queréis? Pues que no se diga - y una a una las cinco odaliscas cayeron en la misma posición.





Los eminentes lumbreras del congreso se tomaron un descanso y como la playa estaba cerca se motivaron a pasear por la misma, no por ello dejaron de conversar sobre sus trascendentales temas.





- Que si Ramiro, la Alemana, la de las gafas, la experta en teoría quántica





- Pues no caigo Pablo.





- ¡Joder! Ramiro estás tonto, la de las tetas asiiii de grandes.-AH...ya, esaaaaaaa???





- Si, si esta noche me la llevo a tomar unas copillas, Perdona un momento Pablo , ese hombre tumbado en la arena, escuálido, delgadísimo, con ojeras que parece que se muere, ese, ese........ese es Antonio!!! Antonio, habla, di algo ¿que te pasó?.





los lumbreras asustados se inclinan sobre aquel hombre que parece a punto de desfallecer.





-No estamos solos, no estamos solos, pero por Dios que vengan de poco a poco.- se pronunció Antonio antes de dormir tres días seguidos.





De cómo Antonio escapo de esta odisea se hablará mucho en los libros de historia pero en otras clases de libros,.....en esos que todo macho gusta de leer, la aventura del científico fue todo un best-seller.
Carontex18 de marzo de 2009

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