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Toma mi respiro, te lo permito, haz que vuelva otro para que puedas tomarlo de nuevo, te permito que hagas eso y más. Las voces de nuestras ciudades son diferentes, pero nos entendemos, no nos guiamos por sus palabras. Como cuando sientes algo que no es nuevo, pero sí diferente, es diferente la persona que te hace ver ese sentimiento de otra manera, no lo había entendido, ahora ya lo comprendo. Sin mi fe no hubiéramos llegado aquí, así que sigo dejando que me guie, porque creo en que es algo correcto. Con las piezas sobre la mesa las ponemos donde deben ir, no hay duda de esto, no hay nada que pensar al respecto, más que disfrutar del momento que ahora tenemos. No hay barrera que pueda detenerme, aunque tomen mi debilidad, no harán que desfallezca ante gran persona que tengo frente a mí.
