Sé que estaba feliz cuando había dicho que el rojo había regresado, no sabía lo que eso me iba a costar. Cuando las cosas no giran a tu alrededor, te miras en el espejo diciendo que nadie te ha tratado bien mientras dejas caer lagrimas de una falsa víctima, de como deberían ser mejores con el trato que te dan, no ves más allá de ti. Estoy cansado de decir que fue mi culpa contigo, que mi error me llevó a donde estoy, que estás ahí por lo que hice, que eres feliz a costa de mi infelicidad, ya no voy a seguir culpándome de tu falta de amor, deberías trabajar más en eso y no en tu teatro. No pasaré toda una vida pidiendo perdón, ha sido suficiente con el primero que fue sincero, porque no habrá otro igual, aunque tu siempre estarás ahí para recordar mi caída. Siempre has tenido tus armas para defenderte, incluso así quisiste poner a la gente que me rodea en mi contra, crees que la indiferencia es lo mejor para ti, sé que no debo caer en tus juegos, he dejado de creer que yo siempre sería el malo.

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